El Parlament toca fondo

Se confirma lo que era un secreto a voces: Anna Erra, la polémica alcaldesa de Vic, será la próxima presidenta del Parlament de Cataluña. Se cierra así otra batalla de la guerra encarnizada por el poder dentro del independentismo. Y se da un paso más en la devaluación de la institución.

Adiós a la ‘hija del 1 de octubre’

Este viernes finaliza oficialmente el convulso mandato de Laura Borrás al frente del Parlamento. La autodenominada “hija del 1 de octubre” llegó a la institución con la sombra de la corrupción. Poco importó a los partidos independentistas, que desesperados por desencallar la investidura la hicieron presidenta en marzo de 2021. 

Han sido dos años marcados por las polémicas y un talante sectario que ha profundizado la división tanto en el hemiciclo como dentro del propio independentismo e incluso de su mismo partido. El azote de ERC y artífice de la salida de Junts del Govern abandona la presidencia del Parlamento tras varios escándalos.

Borrás se vio metida de lleno en la causa judicial por las licencias de los funcionarios de la cámara. La secretaria general dimitió asediada por las sospechas de nepotismo. Accedió sumisa a la retirada del escaño de Pau Juvillá (CUP) a pesar de haber prometido que no aceptaría “injerencias” de otros poderes. Y en el peor momento, su mano derecha, Francesc Dalmases, se vio obligado a dimitir por acoso a una periodista de TV3.

El golpe de gracia, la apertura de juicio oral por la causa de corrupción que acabó motivando su suspensión con el beneplácito de CUP y ERC. Abandonada por todos, Borrás afrontó sola el juicio y la condena de cuatro años y medio de cárcel.

Llega Anna Erra, envuelta en la polémica

ERC votará a favor de la candidatura de Anna Erra a la presidencia del Parlament para respetar los acuerdos de investidura. Los republicanos quieren así recoser el espacio independentista antes de las elecciones del 23J. La CUP se abstendrá para impedir la presidencia de la candidata del PSC.

La llegada de Anna Erra supone una ruptura con la línea dura que representaba Borrás y el candidato alternativo de Junts a la presidencia, Antoni Castellà. Erra representa al sector pragmático del partido, encabezado por Jordi Turull y favorable a una reconstrucción de los puentes con ERC.

Pero la futurible tampoco está exenta de polémica. En 2020 pidió a los “catalanes autóctonos” que hablaran “en catalán a los que no parecen catalanes por su aspecto físico o por acento”. Unas declaraciones que provocaron la reacción de la oposición y por las que tuvo que acabar pidiendo disculpas.

Antes, en 2018, la entonces alcaldesa de Vic permitió que convirtieran la plaza Mayor de la ciudad en un cementerio de 2.500 cruces amarillas. Luego, el ayuntamiento que presidía difundió mensajes por megafonía a favor de la independencia y en solidaridad con los líderes del proceso encarcelados y fugados.

El Parlament despide este viernes a Laura Borrás, que ha contribuido a devaluar aún más la institución, y da la bienvenida a Anna Erra para confirmar lo que muchos ya temían: ha tocado fondo.