La Aliança Catalana de Sílvia Orriols consigue su segunda alcaldía en Cataluña

Aunque sea de manera temporal, la formación de Sílvia Orriols ya tiene su segunda alcaldía en Cataluña. Se consuma así la moción de censura al PSC en el pueblo de Ribera d’Ondara y que supuso un pequeño terremoto interno para ERC. A pesar de las amenazas que llegaron desde Barcelona, los republicanos no han podido evitar la moción de censura.

Moción al alcalde socialista

La noticia se venía gestando durante días. En la pequeña localidad de Ribera d’Ondara se producía una alianza política que cogía a muchos con el pie cambiado. Sobre todo, a ERC, que no se esperaba que su delegación municipal se pusiera de acuerdo con Aliança Catalana para organizar una moción de censura.

De hecho, desde la calle Calabria llegaron órdenes explícitas de que no podían hacer eso. Es más, se amenazó con la expulsión del partido. Pero estas amenazas no pudieron hacerse realidad porque dos de los concejales de ERC en el pueblo iban de independientes en las listas. Por su parte, la lideresa del partido en Ribera d’Ondara, Elisabet Jové, abandonó el partido antes de que la expulsaran.

Las razones que han aducido para expulsar al alcalde socialista son fundamentalmente tres. Falta de transparencia, mala gestión - algo esencial cuando se trata de alcaldías - y sospechas de corrupción.

Alcalde durante unos meses

Ahora, el representante de Aliança Catalana en Ribera d’Ondara, Albert Puig, será alcalde provisional mientras Jové esté de baja por maternidad. Tanto Puig como Orriols han celebrado lo sucedido a través de X.

La alcaldesa de Ripoll ha estado presente en la sesión del ayuntamiento y ha contado que, a la salida del pleno, un miembro del PSC le ha dicho que ella “será la próxima”. Como ha señalado la propia Orriols, es una alusión al fantasma de moción de censura que siempre planea sobre Ripoll.

Más allá del tamaño del municipio y de que se trata de una alcaldía provisional, este acontecimiento tiene un efecto político. Y es que Aliança Catalana refuerza su dinámica municipal, que es la que le da fuerza electoral. Al margen de que se vuelve a confirmar que los ayuntamientos tienen una lógica política propia y que suele ser bastante representativa de la realidad.