
El 52,6% de niños nacidos en Cataluña tienen como mínimo un progenitor extranjero
La demografía es con mucha diferencia el factor que modifica con más fuerza la realidad social de Cataluña
Cataluña experimenta en estos momentos un cambio demográfico que modificará por completo la composición social y cultural de la región. Según los últimos datos - dados a conocer por Jon González en redes sociales - en el año 2023 nacieron en España un total de 320.656 bebés. De ellos, el 38,8% tenía al menos un progenitor nacido fuera de España.
Este porcentaje asciende de forma notable en Cataluña, donde el 52,6% de los recién nacidos tienen al menos uno de sus padres extranjero. En contraste, en regiones como Extremadura, esta cifra se reduce al 14,8%:
Este fenómeno refleja un proceso demográfico singular en Cataluña, donde la población extranjera no solo ha aumentado de manera significativa, sino que también tiene un peso mayor en las franjas de edad en las que se producen la mayoría de los nacimientos. Los datos del Instituto Nacional de Estadística señalan, por ejemplo, que más del 40% de la población catalana entre 25 y 39 años es de origen extranjero. Y en algunos grupos específicos esta proporción supera el 50%.

Este cambio está acompañado por una disminución constante de la población autóctona en edad fértil. Entre enero y abril de 2025, llegaron a Cataluña 14.500 personas procedentes del extranjero, mientras que la población local disminuyó en 10.000 habitantes. Esta dinámica implica una renovación generacional basada principalmente en los flujos migratorios y en una mayor tasa de natalidad de los colectivos extranjeros.
El índice de fecundidad también refleja esta realidad. En 2023, la tasa de hijos por mujer en Cataluña alcanzó un mínimo histórico de 1,1. Sin embargo, esta cifra oculta diferencias importantes según el origen de las madres.
La fecundidad media de las mujeres extranjeras fue notablemente superior, con un índice de 1,32 hijos por mujer, mientras que en las mujeres autóctonas se situó en 1,06. Destaca, además, la distribución territorial, con municipios como Salt, Lloret de Mar y Salou registrando porcentajes de hijos de madres extranjeras que superan el 50%.
Cambio demográfico y cultural
El cambio demográfico no solo es cuantitativo sino también cultural. Las poblaciones extranjeras presentes en Cataluña proceden de regiones con tasas de natalidad que duplican o incluso triplican las de la población local. Este hecho contribuye a una sustitución demográfica progresiva, término que describe la reducción de la población autóctona acompañada de un aumento en la presencia de extranjeros y sus descendientes.

Diversos informes académicos, como los emitidos por el Centre d'Estudis Demogràfics y la universidad CEU-San Pablo, alertan sobre la magnitud de este proceso. Según estos estudios, si continúan los flujos migratorios y las tendencias actuales de fecundidad, los inmigrantes y sus descendientes serán mayoritarios en Cataluña en las próximas décadas.
En términos generales, el crecimiento demográfico de Cataluña se sustenta en un saldo migratorio positivo. La población total aumentó un 1% en el último año, superando los 8,1 millones de habitantes, con un crecimiento de la población extranjera que ya representa más del 25% del total. Esta realidad tiene consecuencias directas en aspectos como el mercado laboral, la educación, la vivienda y las políticas sociales, que deberán adaptarse a una sociedad cada vez más diferente.
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