Primer plano de Pedro Sánchez, sonriente
OPINIÓN

El PSOE, cada vez más irreconocible

“Avanzaremos”, aseguró Pedro Sánchez en su último discurso que, traducido a su forma de hablar, es un “gobernaremos”

Este fin de semana han ocurrido dos cosas, con dos dirigentes de máximo nivel del Partido Socialista Obrero Español como principales protagonistas, que me han hecho reflexionar sobre los cambios que ha sufrido el partido político más antiguo del Estado. Y la conclusión principal a la que he llegado es que el PSOE está cada vez más irreconocible.

Para seguir la línea cronológica de los hechos, empezaré por una fotografía que difundió el viernes Ok Diario del número tres del PSOE, Santos Cerdán. En la cual aparece aguantando con la mano una estelada y mofándose de los Mossos d'Esquadra por no haber sido capaces de detener a Carlos Puigdemont durante su visita a Barcelona.

Plano medio de Santos Cerdán riendo y mostrando los dientes mientras anda por la calle

Se han llegado a ver cosas en política. Muchas. Pero lo último que me esperaba, por mucho que fuera en un ambiente festivo en su pueblo, Milagro (Navarra), era ver al secretario de Organización del partido que gobierna España con una estelada en la mano y mofándose de uno de los cuerpos policiales del Estado por no haber actuado con diligencia.

Incluso resultaba vomitivo, si se me permite la expresión, el bodegón de la foto. Por mucho ambiente festivo, reflejado en la cara sonriente de mofa —y posiblemente de alguna copa de más— de Cerdán. Uno debe ser consciente del cargo público que ocupa y de la trascendencia de cada uno de sus actos. A veces lo que puede parecer gracioso, para otras supone una ofensa.

El discurso de Pedro Sánchez

El segundo de los actos que me han llevado a pensar que el PSOE está irreconocible —y no hace falta ir a Suresnes para comparar el partido actual con el de entonces— es el discurso que hizo Pedro Sánchez, este sábado, ante el Comité Federal. Hace años que le conozco, prácticamente diez, y siempre me había enfrentado a quienes hablaban de él como alguien con tics autoritarios.

Pero este fin de semana fue él solito quien se puso en ese jardín. Con palabras finas, de forma sigilosa, sabiendo lo que quería decir, pero intentando que no todo el mundo la entendiera a la primera. “Avanzaremos”, traducido a su forma de hablar un ‘gobernaremos’, “con o sin concurso del Poder Legislativo”, traducido ‘con o sin el apoyo del Congreso de los Diputados’.

La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, el presidente del Gobierno y Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez y la vicesecretaria general del PSOE, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante la reunión del Comité Federal del PSOE, en la sede federal del PSOE, a 7 de septiembre de 2024, en Madrid.

Esta afirmación, que inicialmente servidor pensaba que formaba parte del fervor del Comité Federal, del éxtasis del momento que le llevara a improvisar una frase desafortunada, es aún más grave cuando al cabo de unas horas te das cuenta de que su verbalización estaba tan preparada y buscada que formaba parte del discurso escrito. Que no había nada que improvisar.

No, nunca. Un Gobierno, por mucha mayoría que tenga, que además no es el caso, nunca puede gobernar de espaldas al Poder Legislativo. De hecho, cuando no tiene el concurso de los diputados escogidos en las urnas, cuando no puede aprobar los Presupuestos o las leyes, lo que debe hacer quien lidere al Ejecutivo es disolver las Cortes y convocar elecciones anticipadas. Pero nunca amenazar con gobernar por decreto.

Cualquier otra cosa que no sea eso, que no sea gobernar de acuerdo con el diálogo y al acuerdo con quienes piensan como tú o quienes no, que por eso los parlamentos reflejan el sentir de un país, se parece más a tiempos pasados ​​oa lo que ocurre en otros países como Venezuela, que a una democracia homologada como es y debe seguir siendo España.

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