Primer plano de Míriam Nogueras
OPINIÓN

Los 'españolazos' de Junts

El proceso ha acabado pidiendo el catalán en el Congreso

Ya sé que la mayoría de ustedes están preocupados porque el Gobierno español depende de un prófugo de la justicia. Pero tómenselo por el lado bueno: los de Junts se han convertido en unos españolazos. 

Porque los mismos que decían que “nos vamos”, “hemos pasado pantalla”, “no hay marcha atrás", ahora han votado a Francina Armengol como presidenta del Congreso... del "Estado opresor". Hay algo que no me cuadra.

La sorpresa, en efecto, ha sido mayúscula. Los de Junts han jugado al suspense hasta el final. Y, de hecho, no han colgado el comunicado justificando su postura hasta después de la votación.

Para votar a favor han exigido cuatro condiciones: reconocimiento del catalán en la UE, en el Congreso, comisión de investigación sobre los atentados de las Ramblas y otra sobre el caso Pegasus. No es mucho la verdad. 

Imagen de Miriam Nogueras en la comparencia del 23-J en la sede de Junts per Catalunya

El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares, se ha apresurado a pasar la pelota a Bruselas. Pero, en declaraciones a la prensa, ya ha dejado claro que el régimen lingüístico de la UE tiene que aprobarse por unanimidad de los 27 estados miembros. No parece que la cosa pinte muy bien.

En la UE hay 24 lenguas oficiales -algunas tan minoritarias como el maltés: 420.000 hablantes- lo que obliga a un enorme gasto en traductores e interpretes. Toda intervención o documento tiene que traducirse a las citadas 24 idiomas.

La segunda condición es el uso del catalán -junto al gallego y el vasco- en la Cámara Baja. Parece ser que no se necesita “ninguna reforma del reglamento”. ¡Haberlo dicho antes!.

Me parece bien, pero vamos a tener el mismo problema que en la UE, aunque limitado a cuatro idiomas. ¿Cómo van a hacerlo en los plenos? ¿Con pinganillo? Si yo fuera intérprete o traductor, me apresuraría a enviar el currículum a la carrera de San Gerónimo. Una gran oportunidad profesional.

La tercera es una comisión de investigación sobre los atentados del 17-A, de los que este jueves se cumplía precisamente el sexto aniversario. Teniendo en cuenta que es cosa juzgada y sentenciada, no sé qué pueden encontrar de más sus señorías. 

Pero ya puestos a investigar que se investigue todo. No solamente el papel del imán -si era un confidente del CNI- sino también el papel de los Mossos. La famosa explosión de Alcanar. Aquello que le dijo la juez al jefe del dispositivo: “¿No será terrorismo?”. Y el mando replicó: “señoría, no exagere”. Parece que es normalísimo tener más de un centenar de bombonas de butano en casa

Sin olvidar que uno de los terroristas, Younes Abouyaaqoub, huyó por la Diagonal a pesar de la operación jaula montada. El vehículo recibió una decena de impactos sin conseguir detenerlo. 

Además, el Parlament otorgó a la Policía de la Generalitat la medalla de oro porque eran los momentos álgidos del proceso y demostraron que, en teoría, eran una estructura de estado. Una medida inédita hasta entonces: nunca antes se había condecorado a un cuerpo policial tras un atentado con dieciséis víctimas mortales.

Sin embargo, lo peor de todo es que el independentismo alimentó la versión de que el Estado, a través del CNI, había mutado hacia otro lado o incuso alentado el ataque terrorista. Hay que estar zumbado. A esta versión de los hechos le dieron cancha no solamente dirigentes de Junts sino también TV3 o de agentes de los Mossos. 

Imagen de una ambulancia del SEM en la rambla de Barcelona con 2 personas tumbadas justo después del atropello mortal provocado por terroristas islámicos

Tampoco me extraña. Acuérdense de aquella vez que se encontró una bomba de la Guerra Civil en una playa de la Barceloneta y sospecharon que la había dejado la Armada expresamente para joder la temporada turística.

Por último está lo de la comisión de investigación de Pegasus, que es más de lo mismo: lo malos que son los españoles, espiando a todo el mundo. Pero lo mismo: El Supremo acaba de dar carpetazo al asunto: el CNI no espió a Torra. 

El independentismo sigue con la matraca de que es “el caso de espionaje a líderes políticos más grande de Europa”. Y, en su día, ya lo bautizaron con el nombre “Catalangate” para compararlo al Watergate. 

En cambio, recuerdo el presunto espionaje de los Mossos quedó en nada. El Parlament creó, a instancias de la oposición, una comisión de investigación sobre el asunto. Y le dio carpetazo el mismo día con los votos de Junts, ERC y la CUP.

En fin, lo dicho. Los de Junts se han hecho españoles. Ahora ya no es la DUI, sino el catalán en la UE, en el Congreso y un par de comisiones de investigación. Magro consuelo.

Para disimular han jugado al gato y al ratón hasta el último minuto. Y lo han vendido, también los de ERC por la cuenta que les trae, como un gran éxito. Por supuesto, también los de TV3. Hay que mantener encendida la llama del proceso. 

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