El amor en los tiempos de amnistía
Veremos a todos los Puigdemonts, Comines y Valtonycs locos por regresar al Estado “fascista y opresor”
Veremos, en este otoño de Amnistías & Leonores, maravillas que superarán toda posible expectativa, momentos de una dulzura trémula y también estrafalarias apoteosis. Vienen tiempos deliciosos para el filósofo de a pie.
Veremos a Sánchez cabalgando sus “cambios de opinión” como antaño, en los anuncios de gel de ducha, una amazona descamisada montaba su caballo por playas desiertas. Sánchez, a nivel metafísico, es una pura oquedad, un sumidero flexible que se adapta a cuanta porquería vaya cayendo en él. ¿Hay que enviar fragatas, o pactar con Marruecos, o rellenar las cuotas femeninas con señores con falda y más rabo que un pony viejo? Se hace sin problemas. ¿Hay que prometer lealtad a la Corona mientas la legalidad es violada por todas las instancias del Estado? Se promete lo que haga falta. ¿Hay que pactar con Bildu, con el KKK, con los zulús? Se pacta, en nombre de la inclusión y la diversidad, faltaría más.
Veremos a todos los Puigdemonts, Comines y Valtonycs locos por regresar al Estado “fascista y opresor” para seguir cobrando sueldos de seis cifras de ese mismo Estado “fascista y opresor”.
Veremos a la ANC y a Odium Cultural manifestarse contra toda situación posible, en un éxtasis de dignidad, ahogándose en un palmo cuadrado de patriotismo, con sus autobuses y sus canciones, con sus guitarristas raholianos histéricos, con sus lazos de macramé.
Veremos al yolandismo convertir la izquierda en una cosa de trajes de Armani y meteorólogos excitados. Habrá sonrisas para todo el mundo, abrazos y sonrisas, con la gasolina a dos euros y la inflación al diez por cien.
Veremos a la secta de Galapagar entrar ya de manera definitiva en modo Secta Suicida, convertida en un mero ramillete de argentinas despeinadas y activistas anti gordofobia, todos pasando por el canal de YouTube del Amado Líder para hacerse los valientes contra enemigos imaginarios.
Veremos a la derecha (nuestra derechona herbívora y rumiante) dar saltitos en El Hormiguero, muchos saltitos. Acumulado todo el poder regional, preferirán pasarse cuatro años haciéndose los dignos en las sesiones de control de los miércoles. Nada tienen que ganar proponiendo la vía tumultuaria. Tienen la carta ganadora (Ayuso) y ninguna prisa.
Y sobre todo, por encima de cualquier otra cosa, tendremos a la Princesa más guapa de Europa. Si es que la gente se queja por deporte.
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