La ciudad de España que elegía el rey Carlos III para veranear con Lady Di y sus hijos
Durante su matrimonio con Diana Spencer, Carlos III optó por pasar múltiples veranos en Palma de Mallorca en compañía de sus dos hijos
La isla balear se destacó como el destino estival predilecto del rey Carlos III de Inglaterra durante su matrimonio con Lady Di. En esos cálidos meses, la pareja real, acompañada de sus dos hijos, William y Harry, encontraba en esta isla española su refugio. Junto con la compañía de la Casa Real española, la familia mostraba ante las cámaras su aparente felicidad.
El rey Carlos III ha cultivado un vínculo cercano con España a lo largo de los años, pero es un vínculo que se ha ido perdiendo con el pasar del tiempo. Durante su matrimonio con Diana Spencer, fue cuando mayor era la apreciación de Carlos por nuestro país, especialmente durante los meses estivales. Era en ese momento cuando la pareja real, junto con sus hijos, visitaban la isla balear.
Sin embargo, su estancia en esta no era como la de cualquier turista británico, ya que eran invitados especiales en el Palacio Miravent por cortesía de la Casa Real española. Según una crónica de El País, durante estas estancias, los entonces príncipes de Gales aprovechaban para descansar, tomar el sol en el yate real Fortuna y disfrutar de la piscina. Además, se mencionaba que la princesa Diana se desafiaba en la cancha de tenis de palacio con Juan Carlos I, logrando vencerle en 1987.
Carlos III ha visitado otras ciudades españolas: desde Salamanca hasta Sevilla
La pareja real no solo encontraron refugio en Palma de Mallorca, sino que exploraron otras joyas de España. En Salamanca, por ejemplo, disfrutaron de un menú que incluía crema de puerros al gusto de Diana, lubina, solomillo y tarta de hojaldre y fruta, según relató La Crónica de Salamanca. La travesía continuaba por Toledo, donde la familia real pasó un fin de semana en la finca granadina del Molino del Rey en Illora, propiedad de los duques de Wallington.
En otra ocasión, la pareja, sin sus hijos, asistió a la Expo de Sevilla en 1992. En esta, Carlos III participó en los actos en su honor mientras la princesa conmovió al público con sus lágrimas espontáneas, recordando la reciente pérdida de su padre. Poco después, la pareja se separaría y no volverían a visitar juntos el país.
No sería hasta 2011 que el actual monarca regresaría a España, pero esta vez con su actual esposa, la reina consorte Camilla Parker Bowles. Su llegada al Palacio Real de Madrid fue recibida con honores militares por los reyes Felipe y Letizia. Después de un recorrido por la capital, donde Carlos III interactuó con los niños afectuosamente y saborearon un yogur con albaricoque en el Mercado de San Miguel, se dirigieron al sur.
Juntos, exploraron los momentos de Sevilla, incluyendo el Alcázar, el Palacio de San Telmo y la Catedral. Así, el legado de las visitas reales Carlos III a España perdura en la memoria colectiva, marcando el aprecio mutuo entre ambas naciones.
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