Ni Barcelona, ni Gerona: Carme Ruscalleda nació en este pequeño pueblo marinero
La chef que, inspirada por sus raíces, llevó la cocina catalana a la cima de la alta gastronomía mundial
La historia de la gastronomía española no se puede contar sin mencionar a Carme Ruscalleda. Esta chef, aclamada en todo el mundo, ha llevado la cocina catalana a un nuevo nivel. Su talento le ha valido un lugar destacado en la Guía Michelin, donde se ha convertido en la chef con más estrellas en España.
La brillante carrera de Carme Ruscalleda
La trayectoria de Carme Ruscalleda es impresionante. Es la chef con más estrellas Michelin en España, con un total de siete. Su primer gran logro llegó cuando su restaurante Sant Pau, ubicado en su pueblo natal, obtuvo su primera estrella Michelin.
Tres años más tarde, llegó la segunda y, en 2006, la tercera. Además, también dirige Moments en Barcelona, que tiene dos estrellas Michelin y está al mando de su hijo, Raül Balam. Pero eso no es todo; también abrió un Sant Pau en Tokio, que le valió otras dos estrellas, aunque actualmente se encuentra cerrado.
Su cocina se basa en la tradición catalana, pero siempre con un toque moderno. Su viaje a Japón y su deseo de aprender sobre nuevas técnicas culinarias han enriquecido su estilo. Ruscalleda ha sabido adaptar la cocina japonesa a los productos y sabores catalanes, creando un estilo único que la distingue.
Un encantador pueblo costero
El municipio costero, donde Carme dio sus primeros pasos, es Sant Pol de Mar que está situado a 50 km de Barcelona y tiene una población de apenas 5,791 habitantes. Integrado en la comarca de El Maresme, es conocido por sus hermosas playas y su ambiente tranquilo.
Entre las joyas arquitectónicas de Sant Pol de Mar destaca la iglesia de San Jaime, un precioso edificio de estilo gótico tardío. También encontramos la ermita de San Pablo, que, con su estilo románico y bóvedas góticas, añade un toque histórico a la localidad.
La conexión de Ruscalleda con Sant Pol de Mar no es solo geográfica, sino también emocional. Su infancia en este entorno moldeó su pasión por la cocina. Aquí fue donde comenzó a experimentar con los sabores de la tierra, aprendiendo a valorar los productos frescos del mar y la montaña.
En este pequeño rincón de la costa catalana, la chef ha dejado una huella imborrable. Su historia es un recordatorio de que, a veces, los lugares más pequeños pueden albergar los sueños más grandes. Sant Pol de Mar no solo es su hogar, sino el lugar donde la pasión por la cocina se transformó en arte.
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