Letizia sufre las consecuencias de la portada de Lecturas a pesar del gesto de Felipe
Letizia y Felipe no pudieron escapar de la polémica
Letizia y Felipe fueron los primeros en ser recibidos por los herederos al trono de Dinamarca tras hacerse públicas las fotos de la supuesta deslealtad. Solo unos días antes, la revista Lecturas confirmó las imágenes de Federico junto a Genoveva Casanova y la noticia llegó hasta Zarzuela.
Los monarcas españoles viajaron a Copenhague con motivo de la inauguración de la exposición de Sorolla en el museo Carlsberg y no pasaron desapercibidos. Sobre todo porque sus gestos, especialmente los de Letizia, evidenciaban que no eran ajenos a la polémica.
Letizia y su gesto de desagrado contra la naturalidad de Felipe
Letizia y Felipe acapararon el interés mediático el pasado 7 de noviembre cuando viajaron hasta Copenhague. Llegaron un día antes de que el director de Lecturas, Luis Pliego, confirmara la portada de la supuesta infidelidad de Federico de Dinamarca.
Ni qué decir tiene que esta visita de los reyes fue, quizás, una de las más incómodas para todos los presentes. Especialmente para Letizia que no suele llevar nada bien verse salpicada por las polémicas de las personas con las que se relaciona.
El encuentro entre la reina y Felipe con Federico y Mary fue analizado con lupa. Los monarcas españoles esperaban a las puertas del museo a los herederos de Dinamarca con actitud aparentemente relajada. Hasta que hicieron acto de presencia.
Pilar Eyre ha analizado ese encuentro destacando la actitud fría con la que Letizia se dirigió al supuesto infiel. Mientras que Mary fue recibida por la madre de Leonor con un cálido abrazo que duró más de lo habitual, Federico esperaba su turno.
Una espera en la cual Felipe acudió en su ayuda al verlo algo desplazado del saludo de su mujer. Así las cosas, el rey español lo recibió con una cordialidad que llamó la atención dedicándole una mirada amistosa.
Lo llamativo y lo que ha destacado Eyre, ha sido el momento en que Letizia cambia completamente su rostro cuando le toca saludar al príncipe. Es ese junto momento en el cual la reina se deja llevar por las consecuencias de la supuesta infidelidad y deja aflorar sus verdaderos sentimientos.
“Pasó de la sonrisa al mohín avinagrado en medio segundo, y saludó con frialdad al príncipe culpable”, describe Pilar. Un gesto que contrasta con el esfuerzo que hizo Felipe por aparentar normalidad en medio de la polémica.
Letizia ignoró por completo a Federico
Este no fue el único momento incómodo que se vivió durante la visita de Letizia y Felipe a Dinamarca. Una vez dentro de la exposición, Federico se situó detrás de los reyes algo nervioso, mientras a su lado permanecía Mary visiblemente seria.
La tensión entre el matrimonio danés parecía poderse cortar con un cuchillo y los monarcas españoles eran conscientes de ello. En este caso, el hijo de Juan Carlos supo mantener las apariencias y actuar como si la relación de sus anfitriones no corriera peligro.
No así Letizia cuyas reacciones ante algún invitado que le incomoda suelen quedar expuestas al público. Si en la jura de la Constitución de Leonor su actitud con Santiago Abascal fue clara, con Federico no ha sido diferente.
Durante la cena de gala, el heredero al trono de Dinamarca se sentó al lado de Letizia como marca el protocolo. Sin embargo, esta “no miró ni una sola vez a su avergonzado compañero” ni intercambiaron palabra alguna.
Tal y como destaca Eyre en su blog de Lecturas, el nerviosismo de Federico se mantuvo durante toda la estancia de los reyes en Copenhague. Al día siguiente hicieron una visita al Centro Danés de Arquitectura y el ánimo de los protagonistas era “triste como un paso de Semana Santa”.
En esta ocasión, el príncipe heredero intentó buscar la complicidad de Felipe del día anterior, pero sus intentos fueron infructuosos. “Seguramente aleccionado por su mujer”, opina Eyre, señalando a Letizia como la culpable del cambio de actitud de su marido.
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