Iñaki Urdangarin tiene un gesto con su hijo Pablo que demuestra si siguen unidos

Iñaki Urdangarin ha reaparecido para apoyar a su hijo Pablo en el último partido que ha jugado en Santander. Un gesto con el que ha demostrado una vez más lo unidos que están pese a su mediático divorcio con la infanta Cristina.

Nada menos que 160 kilómetros son los que ha recorrido Urdangarin desde Vitoria para poder atender a la victoria de Pablo, que ganaba por 25 goles a 38 contra el conjunto local del Blendio Sinfín. 

Y a pesar de que Pablo Urdangarin no parecía estar muy satisfecho con el resultado, ambos protagonizaron alguna escena de lo más tierna. Iñaki Urdangarin, viendo el descontento del joven, no dudaba en ofrecerle palabras de ánimo y aconsejarle durante todo el partido.

Hace nada menos que dos meses que Iñaki Urdangarin no acudía a un partido de Pablo, concretamente desde el pasado 16 de diciembre en Irún (Guipúzcoa).

Y lo cierto es que en este tiempo han pasado muchas cosas. Por ejemplo, descubríamos que el divorcio entre Iñaki Urdangarin y la  infanta Cristina ya es algo oficial. 

Iñaki Urdangarin, un apoyo fundamental para su hijo Pablo

Además, Iñaki Urdangarin ha comenzado a vivir con su actual pareja, Ainhoa Armentia, con la que se mudaba hace poco. Sin duda, un gran paso adelante en su relación. Eso, sin contar con que también se ha quedado sin el sequito de escoltas que el acompañaba a todas partes.

Mientras que, por su parte, Pablo Urdangarin se muestra de lo más encantado con la reciente vuelta a España de su novia, Johanna Zott, que ya ha terminado su etapa de Erasmus en Alemania.

La pareja está de lo más enamorada, por lo que estos meses lo pasaban realmente mal al tener que hacer frente a la distancia.

"Ha sido bastante duro para ambos, sobre todo para él, que es quien se ha quedado en Barcelona esperándola", aseguran desde Vanitatis. "Son jóvenes, están enamoradísimos, y cada día separados era como un mundo para ellos".

Sin embargo, en todo momento la parejita ha contado con el apoyo de sus respectivas familias, que ven con muy buenos ojos la relación. 

Y aunque de momento no se plantearían, dada su juventud, ni irse a vivir juntos ni mucho menos casarse, sí que disfrutan de esta etapa al máximo.