El durísimo momento de Sara Carbonero lejos de Iker Casillas: 'Fui incapaz de...'

Sara Carbonero ha compartido con sus fans uno de sus mensajes más desgarradores. “Fui incapaz de poner una sonrisa”, ha desvelado sobre el durísimo momento que Sara ha vivido lejos de Iker. La periodista continúa su periplo por Panamá colaborando con Unicef y conociendo de primera mano todos los proyectos solidarios que allí se están realizando.

Su estancia le está resultando a Sara toda una experiencia de la que está sacando una valiosa lección. No solo a nivel profesional, también a nivel personal. Especialmente la vivida en Bajo Chiquito, donde la comunidad indígena ha desgarrado el corazón de la manchega.

Sara Carbonero confiesa el duro momento por el que está atravesando

Sara Carbonero ponía rumbo a Panamá hace una semana. Su papel como embajadora de Unicef le ha dado la oportunidad de vivir una experiencia única a la que se embarcaba con entusiasmo. Sin embargo, al poco de llegar al país centroamericano, la periodista comprendió que estaba ante su mayor reto a nivel emocional.

Las vivencias que allí está compartiendo con los más necesitados han hecho que el corazón de Sara se haya desgarrado. Sus redes se han convertido en su diario personal y allí ha compartido su última reflexión tras visitar Bajo Chiquito. “Las historias que allí pudimos escuchar de niños y padres que han hecho el viaje fueron tremendamente desgarradoras”, ha comentado en su perfil.

Tanto es así que Sara confiesa haber sido “incapaz de poner una sonrisa”, ante la situación en la que se encuentran las familias indígenas. “Qué difícil poner una sonrisa en esa situación y decirles: «Tranquilos, aquí todo va a estar bien», yo no fui capaz”, reconocía. Un durísimo momento que Sara ha atravesado lejos de Casillas y que ha conmocionado a sus seguidores.

Durante estos días, Carbonero está experimentando una mezcla de sentimientos. Por un lado, puso rumbo a Panamá con ilusión y emoción a partes iguales, pero su estancia en el país está resultando muy dura.

Sobre todo, porque ha vivido momentos que le costará borrar de su memoria, como la espera de migrantes que llegaban atravesando la selva. “Especialmente a un señor de unos 70 años muy bien vestido que viajaba solo, también a una madre que venía con su bebé en brazos”. “Recuerdo cada una de sus miradas”, señalaba en su publicación.

Sara Carbonero, su proyecto más complicado en su peor momento

Para Sara este viaje a Panamá ha llegado en uno de sus momentos más delicados. Hace unas semanas preocupaba con un mensaje desde el hospital que hizo saltar las alarmas. La periodista no aclaró su visita al centro hospitalario, pero su mensaje caló entre sus seguidores.

Más tarde, al poco de aterrizar en el país como embajadora de Unicef, una terrible noticia empañó sus primeros días allí. Sara comunicó a través de las redes la pérdida de un ser querido que la dejó completamente rota.

Esto, sumado a las complicadas historias que está conociendo en Panamá, están haciendo que la periodista experimente un viaje personal muy duro. La lección de fortaleza y superación que está aprendiendo, sin duda le hace comprender mucho mejor la cruda realidad de las familias panameñas.

Unicef ha construido en Bajo Chiquito una zona de “alivio”, donde los migrantes llegan tras días atravesando la selva para encontrar un lugar mejor. Es en esta zona donde Sara ha conocido las vivencias de las familias que hasta allí llegaban “extenuadas” y sin fuerzas.

Sara ha querido incidir en los niños de la zona y cómo, a pesar de su situación, nunca pierden la sonrisa. “La mayoría saltaba y reía después de diez días sin parar de caminar y llegando por fin a un sitio con vida”, ha explicado.

Sin embargo, ella misma ha sido incapaz de corresponder con la misma alegría ante el desconcierto por el futuro de esas familias. A pesar de ello, Carbonero está dispuesta a cumplir con su estancia en Panamá y a continuar poniendo su granito de arena.