Bad Gyal, hija de Eduard Farelo, no olvida su origen: conserva esta tradición catalana
La famosa cantante Alba Farelo le enseñó a su nueva pareja cómo preparar un plato muy típico de Cataluña
Bad Gyal, la artista que ha conquistado la escena musical, está viviendo un momento dorado en su carrera. Con su estilo fresco, su música suena en todos lados, y no es de extrañar que los medios no paren de hablar de ella. Más allá de los escenarios y las listas de éxitos, la vida personal de Alba Farelo también atrae la atención, especialmente por sus orígenes.
La esencia de sus raíces
Nacida en Vilassar de Mar, Bad Gyal no olvida de dónde viene. En una visita a Barcelona, fue vista disfrutando de un día turístico con su pareja Jordy Brito, un modelo que ha capturado el interés de los medios y de Alba Farelo. Pasearon por emblemáticos lugares de la ciudad, como la Sagrada Familia y el Palau de la Música, dejando claro que, a pesar del glamour, mantiene una conexión fuerte con su tierra.
Pero lo que realmente destaca es su amor por la gastronomía catalana. En uno de esos momentos compartidos, Bad Gyal no dudó en enseñarle a Jordy cómo preparar una deliciosa torrada de pan con tomate, un plato típico que habla de sus tradiciones. Con un buen chorro de aceite, tomate fresco, jamón salado y jamón dulce, Alba Farelo demostró que no solo es una estrella en el escenario, sino también en la cocina.
La tradición en su vida
Este tipo de platos representan la cultura catalana, y para ella, mantener estas tradiciones es esencial. Bad Gyal se siente orgullosa de sus raíces y se asegura de que quienes la rodean también lo hagan. Al enseñarle a su pareja a hacer una torrada, no solo le está compartiendo un plato, sino un pedazo de su historia y su identidad.
Además, con sus uñas de escándalo y un toque de estilo, Alba Farelo convierte cada actividad cotidiana en un acto de arte. La forma en que prepara la comida es un reflejo de su personalidad vibrante y auténtica. Es un recordatorio de que las tradiciones no solo se llevan en el corazón, sino también en lo que comemos y compartimos.
Bad Gyal ha demostrado que el éxito no tiene por qué significar olvidar de dónde venimos. En su camino hacia la fama, se asegura de mantener viva la cultura que la ha formado. Así, mientras su música sigue sonando por todas partes, su espíritu auténtico brilla con fuerza, recordándonos que nunca hay que olvidar de dónde venimos.
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