Ana María Aldón se enfrenta al mismo problema que Olga Moreno en su empresa

Ana María Aldón  está en el punto de mira después de que la hayan acusado de hacer lo mismo que hizo Olga Moreno con su tienda de ropa.

Desde hace tiempo que Aldón presume de sus diseños, y ahora recurre a las redes sociales, donde ha encontrado su filón para vender la ropa. Así, a través de divertidos vídeos, Aldón muestra prendas de lo más variadas y que tienen mucho éxito entre sus seguidores.

Sin embargo, muchos se preguntan de dónde obtiene realmente sus prendas la ex de Ortega Cano. Y, según acaban de descubrir en Así es la vida, podrían proceder del polígono Cobo Calleja en Fuenlabrada.

Este es el mayo centro de venta de artículos de origen chino de toda Europa. Lo que Aldón aprovecha a su favor para poder vender sus productos con un margen de hasta un 200% más caros.

De ese modo, habría camisetas o vestidos que compra por unos diez euros y vende por casi 30. Sin duda, un buen negocio.

Situación que también han afrontado otras famosas como Olga Moreno o Raquel Bollo. Ellas también fueron acusadas de emplear el mismo método en sus respectivos negocios.

Ana María Aldón recibe las mismas acusaciones de Olga Moreno en su negocio

En el caso de Moreno, la cosa se complicó a raíz de la docuserie de Rocío Carrasco, y es que incluso intentaron boicotearla de la peor manera.

Así, muchos fans de Rociíto se organizaban para dejar reseñas negativas en Google, lo que inevitablemente bajaba su puntuación y afectaba a las ventas.

"La ropa no era nada del otro mundo, además de cara traía piojos y nada más ponérmela me hizo un efecto rarísimo", podía leerse. "Sus dueños, unos aprovechados. Hay mucha más oferta, yo no iría a esa tienda".

E incluso hubo quien acusaba a Olga de haberle agredido. "La dependienta me agredió y me dijo que si no me iba llamaría a su marido", son algunos de los comentarios negativos que dejaban. 

"Era habitual que un día se pondría algo para llevar al programa y luego lo vendiese sin lavarlo", la acusaban.

Mientras que otros testimonios la ponían en la misma tesitura que a Ana María Aldón. "Podíamos comprar un vestido por 8 euros y venderlo por 80", advertían respecto a los precios.