Ter Stegen le da la razón a Joan Laporta, no hay debate y solo una excepción

Pese a la grisácea temporada que ha protagonizado el Barça, el miércoles se plantaron en el Parque de los Príncipes con las cosas muy claras. Sabían que delante tenían a una de las plantillas más temibles, desde luego la más cara, de todo el continente. Y, aun así, se mostraron muy superiores al PSG.

Ya dijo Joan Laporta en la previa, en unas declaraciones que no muchos defenderían, que no cambiaría a ni un solo futbolista del equipo parisino por uno de su Barça. Y, por muy despiadadas que parecieran sus palabras, se terminaron corroborando sobre el verde. Los culés fueron muy superiores en todas las facetas del juego y en todas las parcelas del campo.

Ter Stegen, por encima de Donnarumma

Se evidenció, por ejemplo, en la demarcación de guardameta. A Ter Stegen no le hizo falta firmar un partido sobresaliente para demostrar que está más en forma que Donnarumma. El arquero italiano se cavó su propia tumba en esta dicotomía con varios errores garrafales que el PSG pagó muy caros.

De hecho, el ex del Milan fue antagonista en los tres goles que encajó su equipo en la noche del miércoles. En el primero, dejó el balón muerto dentro del área para que Raphinha lo remachara sin demasiada complejidad. En el segundo, erró en la salida de balón, con un balón bombeado que terminó en las botas de Pedri en la zona de tres cuartos del campo.

Sin embargo, donde más se coronó -sarcásticamente, evidentemente- fue en el tercero. El saque de esquina botado por el Barça lo remató Andreas Christensen dentro del área pequeña, zona restringida para porteros. Donnarumma decidió no salir y se ganó una lluvia torrencial de críticas.

Kylian Mbappé, el único que no sigue la regla

Quien no estuvo errático, principalmente porque pasó totalmente desapercibido, fue Kylian Mbappé. El astro galo estuvo totalmente apagado y parecía haberse olvidado del talento en casa. No disparó ni una sola vez a puerta y perdió la posesión en 13 ocasiones.

Sin embargo, lo del miércoles puede catalogarse como una mala noche para Kylian Mbappé. Es evidente que su nivel general está a años luz de aquello y que, desde luego, es uno de los mejores futbolistas del planeta. El único que haría poner en serias dudas la afirmación de Joan Laporta.

Un jugador todavía joven con un presente celestial y con un futuro que se augura de oro. Un delantero que, sin duda, mejora en la actualidad a Robert Lewandowski, que tampoco estuvo especialmente participativo en París. Qué bien le sentaría al Barça contar con un ariete de la destreza del bueno de Kylian Mbappé