Paso adelante en Sevilla. Aroma de La Masía

Buenas sensaciones, las que dejó el Barça en su visita al Villamarín. La regularidad que necesita un equipo para competir por todos los títulos es algo que se debe constatar en el medio plazo, pero sin duda partidos como el que realizaron los blaugranas son el mejor comienzo.

El Betis comparecía muy mermado por todas las bajas por lesión y esa competición tan incomprensible para los clubes europeos como es la Copa de África. Sin embargo, desde el punto de vista blaugrana no resta mérito al buen partido.

La apuesta de Xavi de comenzar a tomar decisiones que se alejen de la gestión de los roles que ha hecho a lo largo de su etapa en el Barça comienza a ser evidente.

Tan evidente como que Lewandowski debe incrementar su eficacia y su participación para mantenerse en el terreno de juego, incluso cuando su equipo necesita goles.

Tan evidente como la irregularidad de un João Félix que volvió ser decisivo y genial, dejándonos a todos con aquella sensación de “y si” fuese capaz de mantenerse en ese nivel de inspiración de forma continuada. Compensaría sin duda los desequilibrios que producen en el ecosistema del equipo su desorden táctico.

Tan evidente como la “meritocracia” que inspira el paso adelante, arrasando el terreno, que ha protagonizado un inspiradísimo Ferran. No hay mejor mensaje para navegantes que la irrupción como principal referencia ofensiva del valenciano, desahuciado por todos en el inicio de temporada.

Tan evidente, al final, como que Xavi debe redoblar la apuesta por los “niños” de la Masía. Impresionaba ver la cara de angelitos en formación de Lamine y Cubarsí. Impresionaba tanto como la exhibición que dieron ambos sobre el césped.

Han demostrado las últimas apariciones de futbolistas formados en casa que hay que ser valientes en la apuesta. Que son apuestas, seguras y ganadoras. Que crean un valor tangible e intangible, incalculable para el Club. Que han sido, en la historia reciente del Barça, las palancas que han elevado a la Entidad, deportivamente hablando, hasta convertirse en referencia global.

Es cuando ves a esos “niños” cuando refuerzas tu idea de que todos los conceptos futbolísticos que deben ser el valor diferencial del Barça siguen vigentes.

Es cuando ves a Cubarsí no dar ni un toque de más en todo el partido. Es cuando ves a Lamine explotando todo su talento desbordante desde el orden, la inteligencia y el compromiso.

No deben ser los niños los que den ese paso adelante que exige la situación. Lo sabe Xavi. Deben ser otros. Pero también sabe Xavi que la esencia de todo tiene que rezumar “Masía”.