La Isla del Tesoro
El telegrama de Xavi a los Reyes Magos
El 2024 se presentó para el Barça con un duelo en Las Palmas que el equipo fue capaz de sacar adelante. En un partido definido de penalti en el añadido, los blaugranas fueron capaces de remontar a una Unión Deportiva que no había perdido esta temporada cuando se adelantaba en el marcador.
Vimos a un equipo que se rebeló ante la certeza de que todo lo que no fuera ganar abría una brecha prácticamente insalvable con los líderes. Esa reacción fue consecuencia de una primera parte floja del equipo. No supo interpretar de forma efectiva las ventajas que podía encontrar en la propuesta futbolística del contrario.
El equipo grancanario, de la mano de un gran García Pimienta, compite admirablemente en la máxima categoría como recién ascendido. Lo hace desde una propuesta que huye de las convenciones que acompañan a los equipos modestos y que se ha demostrado hasta el momento tan sólida como para conseguir un magnífico ascenso y encontrarse en estos momentos más cerca de Europa que de los puestos de peligro.
Es el perfecto ejemplo de un equipo con pocos recursos determinantes en ataque que maximiza un concepto de juego en el que la posesión del balón le sirve para defenderse de forma eficaz. Un estilo que propone una defensa adelantada que les obliga a jugar 100% concentrados a lo largo de todo el partido.
En ese contexto, el Barça fue incapaz de interpretar correctamente donde estaban las ventajas para atacar a esa defensa. Es obvio que esas situaciones estaban identificadas y trabajadas antes del partido, pero los futbolistas fueron incapaces de interpretarlas correctamente.
Esa línea defensiva tan adelantada provoca que todo poseedor del balón tenga la tentación de hacer el último pase y que los futbolistas más adelantados tengan la ansiedad de ir a buscar esos espacios de forma inmediata.
En el momento en que eres capaz de dar “un pase más”, de que los delanteros no piquen al espacio, sino que sean los futbolistas de segunda línea los que lo hagan, las situaciones de gol para el Barça tenían que aparecer.
En la segunda parte, con una mejor lectura de esas situaciones y el lógico desgaste mental y físico de la Unión Deportiva, el Barça tomó el dominio a y generó ocasiones. Desapareció la amenaza ofensiva de los canarios y los de Xavi, obligados también por las circunstancias clasificatorias, se lanzaron a por todo en el tramo final.
Salió cara esta vez. Los de Xavi volvieron a demostrar que el equipo quiere reaccionar. Se vio en esa ansiedad y en la reacción del tramo final. También se evidenció que al equipo le falta mucho futbol para ser dominante a lo largo de los 90 minutos.
Entramos en un tramo importante de la temporada. Esta victoria le servirá al grupo para mantenerse vivo en la ilusión de luchar la Liga.
Todo a la espera de que una final contra el Real Madrid en la Supercopa suponga el punto de inflexión futbolístico y psicológico que supuso la temporada anterior.
Trámite en la Copa. Superar a Osasuna en semifinal. Esperar una final contra los madridistas.
El Telegrama a los Reyes Magos de Xavi.
Más noticias: