El aviso que el BBVA acaba de dar para Cataluña y que sorprenderá a muchos

El informe “Situación Cataluña 2024” de BBVA Research, presentado por Miguel Cardoso, economista jefe para España, y José Ballester, director territorial en Cataluña, pronostica un crecimiento robusto de la economía catalana para los próximos años.

BBVA Research prevé que el PIB de Cataluña aumente un 2,6% en 2024 y un 2,1% en 2025, impulsado por la mejora del conjunto de la economía europea. Sin embargo, este crecimiento se verá limitado por un turismo que se acerca a su capacidad máxima en temporada alta. En 2025, el PIB catalán se situaría 7 puntos por encima del nivel de 2019.

Las dificultades de la economía europea afectaron el empleo en Cataluña en el segundo semestre de 2023, especialmente fuera de Barcelona. Sin embargo, se espera una mejora en 2024, con Barcelona y su área metropolitana mostrando datos positivos. Se estima que la tasa de paro se reducirá al 8,3% en 2025, con 192.000 nuevos empleos, haciendo de Cataluña la comunidad con mayor creación de empleo en este bienio.

El turismo ha sido clave para la economía catalana. El gasto con tarjetas extranjeras en terminales de pago de BBVA aumentó hasta un 24% interanual en el primer trimestre de 2024, superando el promedio nacional del 22%.

Este gasto multiplicó por 1,6 el registrado en 2019. El consumo total en la comunidad creció un 9% interanual en el primer semestre de 2024, con aumentos del 15% en transporte, servicios y restauración.

La inversión en edificios y construcciones responde a la ejecución de los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). La producción industrial comenzó a recuperarse en el segundo semestre de 2023 y continuó mejorando en el primer semestre de 2024. La demanda europea y española podría consolidar esta mejora, aunque las exportaciones de bienes aún no reflejan completamente este crecimiento.

BBVA Research prevé un crecimiento del PIB del 2,1% para 2025. Sin embargo, la falta de mano de obra y la debilidad de la demanda interna son desafíos persistentes.

Además, la incertidumbre regulatoria y los costos laborales pueden moderar el crecimiento futuro. Las nuevas reglas fiscales en Europa también requerirán ajustes significativos a partir de 2025.