El pintoresco pueblo catalán que te enamorará por sus paisajes: visita obligada

Este pequeño rincón de Cataluña conserva el encanto medieval en sus calles y construcciones. Sus empinadas cuestas y arquitectura de piedra evocan épocas pasadas, invitando a recorrer cada rincón como si el tiempo se hubiera detenido.

Qué hacer en Guimerà

Guimerà, ubicado en la comarca de Urgell, en la provincia de Lérida, es un pueblo que destaca por su carácter histórico y su belleza arquitectónica. Con una población de unos 270 habitantes, es conocido por su estructura medieval y sus edificios religiosos, como la iglesia parroquial de Santa Maria y el Santuario de la Bovera. Se encuentra a 126 km del centro de Barcelona.

Una visita obligada es la iglesia parroquial de Santa Maria, construida entre los siglos XI y XII sobre una roca que domina el paisaje. Esta iglesia, con una planta de cruz latina y un campanario del siglo XIV, alberga en un retablo de alabastro dedicado a la Virgen de la Asunción, obra de Josep M. Jujol, discípulo de Gaudí. 

Otro punto de interés es el Convent de Vallsanta, cuyas ruinas se encuentran a las afueras del pueblo. Este convento cisterciense, fundado en el siglo XIII, ofrece una vista fascinante de sus ventanales góticos y sus paredes en ruinas, que nos transportan a una época de esplendor religioso.

El Santuario de la Bovera, situado a 2 km del pueblo, es otro lugar importante para visitar. Este santuario, ubicado en lo alto de un cerro, ofrece unas vistas impresionantes del valle. Además, es un lugar de encuentro para los habitantes de Guimerà, que se reúnen aquí en festividades como el Lunes de Pascua.

Dónde está y cómo es su entorno

Guimerà se encuentra en el valle del río Corb, una zona de gran valor paisajístico y cultural. Desde lo alto de su castillo medieval, cuya torre cilíndrica aún se mantiene en pie, se puede admirar una vista panorámica de los alrededores. Este castillo, que data de los siglos X-XI, fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional en 1949.

A pesar de su pequeño tamaño, Guimerà tiene mucho que ofrecer. Sus calles estrechas y empedradas, junto con sus edificios antiguos, hacen de este pueblo una visita perfecta para aquellos que buscan historia y tranquilidad en medio de la naturaleza catalana.