Nadie lo esperaba: unos pájaros momificados centran una cita en 'First Dates'

El hotel de 'First Dates' abrió sus puertas  con dos solteros de categoría. Por un lado, apareció Mario, un joven de 23 años que confesaba sentirse muy cómodo con su estilo. Por el otro, Miriam, una 'electrochoni' que pidió como único requisito al programa que su cita no fuera "cayetano". 

Los dos solteros se conocieron en la piscina, destacando descaradamente el 'outfit' de Mario. "Pensaba que no podías sorprenderme, pero eres capaz de hacerlo", le soltó Carlos Sobera al soltero. Mario, por su parte, le contó que "le encanta la sastrería y la recreación histórica".

Miriam se enfadó muchísimo nada más verle. "Me habéis puesto un cayetano, al verle pensaba que era una broma, me he quedado en 'shock' total", exclamó la soltera indignada. En cambio, a él sí que le gustó el 'look' de su cita.

Sin embargo, las primeras impresiones se quedaron a un lado y los dos solteros se fueron conociendo más. Miriam reconoció que le había visto "auténtico", tras haber coincidido en opiniones sobre el mundo de la moda. 

La cita parecía estar remontando, hasta que el soltero le contó una peculiar afición que tiene por los "pájaros momificados". "Tengo pájaros, pero sin vida. Me los encuentro por el campo y me los quedo. Los limpio un poco con lejía, están momificados", desveló Mario alucinando por completo a la soltera.

Miriam se podía esperar cualquier cosa, menos esa revelación. "Más muerta que el bicho me he quedado, pero si es su pasión, mientras no lo mate él, otra vida que le das", confesó la soltera. En cuanto a las relaciones, Mario se sinceró con ella comunicándole que él es hombre de una sola mujer y que, por lo tanto, buscaba una relación cerrada. 

"Me parece muy sexy que sea una persona que quiere a su pareja y que no se siente bien haciendo cosas que no tiene que hacer, eso es que tiene moral y me encanta", le respondió la soltera, sumándose a la opinión de su cita.

Mario y Miriam disfrutaron tanto la cita que ambos decidieron seguir conociéndose fuera, abandonando el hotel juntos. Los dos solteros pasaron la noche juntos, acompañados de unas fresas mientras se mostraban mutuamente sus grandes dotes de baile.