Mónica Cervera, la razón por la que la actriz vive ahora en la calle

De estar nominada al Goya a mejor actriz revelación a vivir en un banco de la calle Málaga. Esa es la vida de la actriz Mónica Cervera. 

A sus 48 años, la actriz malagueña contaba a la revista Semana que se encontraba viviendo en un banco de la calle en su Marbella natal. Pese a su situación de indigencia, Mónica asegura que no necesita “nada” de nadie. 

La actriz, que estuvo nominada al Goya en 2005 por la película de Álex de la Iglesia, Crimen Ferpecto, ahora cuenta que no quiere saber nada de su pasado. “No quiero que me nombren la palabra televisión ni cine. Estuve ahí en su día, pero no quiero volver nunca”, afirma. 

Cervera asegura que está durmiendo en el banco de un parque de Marbella, esperando que llegue el 25 de enero, para reunirse con Bienestar Social. “Lo único que quiero es que me den una estabilidad”, confiesa. 

Pese a que su familia también vive en Marbella y que ella podría tener un techo donde vivir, ella prefiere la calle. Así mismo, asegura que su familia debe respetar su decisión. “Quiero que me dejen vivir como yo he elegido vivir” explica. 

De la fama a la indigencia: la vida de Mónica Cervera

Nacida el 6 de junio de 1975, Mónica Cervera se interesó muy pronto por la actuación. De hecho, la actriz estudió arte dramático en Málaga y danza en Madrid. 

Con 24 años, Cervera participó en su primer cortometraje, ‘Hongos’ de Ramón Salazar, con quien también hizo la película ‘Piedras’ tres años después. 

En 2004, Cervera formó parte del elenco de ‘Entre vivir y soñar’, de  Alfonso Albacete y David Menkes. Ese mismo año llegó ‘Crimen Ferpecto’, de Álex de la Iglesia, que la catapultó al éxito. De hecho, fue nominada al Goya a mejor actriz revelación en 2005, pese a que ese año fue Belén Rueda quien ganó el guardón por ‘Mar Adentro’. 

Además, Mónica Cervera también participo en series como ‘Manos a la obra’ o ‘Con dos tacones’. Sin embargo, las nuevas generaciones la recordarán por interpretar a la hermana de Amador Rivas en ‘La que se avecina’. 

Tras eso, Mónica dejó el mundo de la interpretación y ha acabado viviendo en la indigencia.