Alessandro Lequio da la estocada definitiva a Ana Rosa con lo que dice sobre 'TardeAR'

Alessandro Lequio ha sido siempre uno de los colaboradores más afines a Ana Rosa Quintana.  Es más, en multitud de ocasiones ha defendido abiertamente que ella es la auténtica y única reina de las mañanas.

Sin embargo, parece que Lequio ha cambiado de opinión y ahora le da la espalda a la que fuese su jefa. De ese modo, se ha mostrado de lo más implacable con TardeAR y las desastrosas cifras de audiencia que están cosechando.

Y es que ha llegado a enfadar incluso a sus propios compañeros. Todo ha comenzado cuando en Vamos a ver estaban tratando el tema de Mar Flores y Fernando Fernández Tapia, una relación que el conde conoce muy bien.

Sin embargo, al no dejarle intervenir, Lequio terminaba explotando. "Madre de Dios, dejadme terminar. Esto parece la mesa de TardeAR", sentenciaba molesto lanzándole un dardo envenenado a Ana Rosa.

Un comentario que dejaba alucinado incluso al propio  Joaquin Prat. "¿Cómo?", le preguntaba el presentador a Alessandro. "Sí, lo quiero decir. ¿Puedo?", añadía él.

Alessandro Lequio, muy crítico con TardeAR

Y era ahí cuando desde dirección le paraban los pies. Recordemos que la productora de Vamos a ver sigue siendo Unicorn, cuya dueña es Ana Rosa. De ese modo, Lequio estaría jugando en su propia contra.

"Bueno, pues lo diré la semana que viene que voy a la mesa de TardeAR, aseguraba. Sin embargo, no sabemos cómo se habrá tomado este zasca Quintana.

Y justo al darse cuenta de su error, Lequio ha optado por explicarse. "Es que me parece que le faltan el respeto a Xavier Sardà de una manera increíble", ha razonado sobre el motivo de su amargo comentario.

Lo cierto es que más allá de este desafortunado comentario, el programa de Ana Rosa no termina de funcionar ni atrapar a la audiencia.

De hecho, llegaba a rozar esta misma semana un mínimo histórico que demuestra que la estrategia de Telecinco no funciona en absoluto. Su intención de sustituir a Sálvamepor programas más familiares y de contenido blanco, lo único que ha propiciado es una espantada en cadena contra la que nadie consigue remontar.