Roban el respirador que un niño de 7 años necesita para vivir y su familia pide ayuda

Una familia pide ayuda urgente después de sufrir un robo hace tan solo unos días. Entre los objetos sustraídos se encontraba el respirador que su hijo de 7 años necesita para vivir. El pequeño Christopher, con autismo, sufre el síndrome de Ondine y el aparato le resulta vital.

Los padres del menor salieron el pasado sábado por la mañana de su domicilio, situado en el barrio del Pilar de Madrid, durante unos minutos. Aparcaron el coche en la calle Valencia para acudir a una farmacia, pero a la vuelta se encontraron una de las lunas reventadas. Y lo peor de todo, les faltaba del vehículo la maleta roja en la que transportaban el respirador del niño.

La enfermedad que sufre Christopher le obliga a vivir pegado a un respirador. "Cuando se duerme, se olvida de respirar", relata la madre a El Mundo. Este equipo, además del coste económico, tiene la particularidad de que es adaptado a él, por lo que no serviría a otras personas.

Explicó que en su casa cuentan con un respirador fijo, pero no reúne las características precisas para transportarlo al encontrarse anclado. Además, se trata de un dispositivo que cuesta mucho dinero y ellos carecen de los recursos suficientes para hacerse con otro.

Los padres de Christopher denunciaron el robo del aparato. Para dar a conocer su caso recibieron la ayuda de Fernando Cifuentes, presidente de la Asociación de Comerciantes del barrio madrileño.

Christopher cuenta con un estado de salud delicado

La familia afectada, de origen ecuatoriano, hizo un llamamiento para que les devolvieran el respirador. Resulta imprescindible para el niño de 7 años. "Solo queremos la vida del niño, que está dentro de esa maleta", solicitó el padre ante las cámaras de Telemadrid.

A lo largo de su corta vida ha sufrido tres paradas respiratorias y tuvo que ser ingresado en cinco ocasiones en el hospital. Con bastante frecuencia, también, suele padecer convulsiones. Lo que demuestra la importancia que tiene este aparato para él.

De momento, la compañía Oximesa, de la que son clientes desde hace muchos años, le han facilitado otro respirador. Por ahora lo están probando para ajustarlo a las necesidades de Christopher. Sin lugar a dudas, un duro mazazo el que recibía esta humilde familia el pasado sábado.