¿Quién es Dilwar, el asesino de Morata de Tajuña que ha matado también en la cárcel?

Dilawar Hussain, el asesino confeso de los tres hermanos hallados muertos en su domicilio de Morata de Tajuña el pasado enero, vuelve a ser noticia. Este hombre, de 42 años y nacionalidad pakistaní, acababa presuntamente con la vida de su compañero de celda en la madrugada de este jueves 

Había ingresado el pasado 22 de enero en prisión después de que se entregara en el cuartel de Arganda del Rey. En la cárcel de Estremera permanecía en el módulo 12, donde contaba con un preso sombra. Al margen de eso, su vida en el centro penitenciario se desarrollaba hasta ahora con normalidad.

Pero después de lo ocurrido en las últimas horas la dirección del centro optó por trasladarlo a un régimen de aislamiento provisional. 

La desconfianza perseguía a Dilawar Hussain

Dilawar Hussain era conocido como 'El negro de Morata'. En el pueblo en el que residía le consideraban una persona "callada y reservada". Las personas de su entorno nunca imaginaron que él estuviera detrás de la muerte de sus tres vecinos.

Había regentado durante un tiempo un locutorio en la localidad madrileña. Desde que cerrara sus puertas en octubre de 2022 se dedicó a buscar trabajo por los bares de Arganda. Al quedarse sin empleo, empezó a "tener serios problemas" explicaron a El Español algunos vecinos.

"Tenía diagnosticado un trastorno paranoide y en muchas ocasiones llegó a dormir en la calle". Al parecer, esta no es la primera vez que pisa un centro penitenciario. Hace apenas unos meses ya había estado entre rejas.

La comunidad pakistaní de Arganda del Rey, donde residía, siempre desconfió de él. No se relacionaba con los demás y siempre se le podía ver con las gafas de sol puestas. Aunque lo veían como alguien amable, también lo califican de mentiroso.

Dilawar Hussain prestó dinero a las víctimas

Dilawar Hussain confesó en su momento el triple crimen de los hermanos de Morata de Tajuña. Al parecer, las víctimas habían contraído con él una deuda de 60.000 euros. Había insistido en recuperar su dinero y en varias ocasiones les había amenazado, hasta el punto de llegar a agredirles.

Sin embargo, nadie contaba con que pudiera asesinarlos.