Carlos Amorín Lamas, el portero de 42 años que ha fallecido en Navarra
SUCESOS

Carlos, el portero que ha muerto demasiado joven tras una brutal agresión

La víctima tuvo que mediar en una pelea entre varios clientes en la discoteca donde trabajaba, en Navarra

Carlos Amorín, el portero de la discoteca de Villava, falleció ayer miércoles como consecuencia de la brutal agresión sufrida en la madrugada del pasado domingo mientras trabajaba. La víctima tuvo que intervenir en una pelea en la que se vieron implicados varios usuarios del local. El hombre, de 42 años de edad, recibió un fuerte puñetazo y, al caer, se golpeó con la cabeza en el suelo. 

Tras ello, tuvo que ser ingresado en el Hospital Universitario de Navarra con un traumatismo craneoencefálico grave. Allí tuvo que ser intervenido de urgencia y ha permanecido en coma hasta morir. Por su parte, el autor fue detenido por la Policía Foral y el martes fue enviado a prisión. 

Entró en coma

Los hechos ocurrieron en torno a las 4:55 del pasado domingo tras una pelea en la que se vieron implicados varios usuarios de la discoteca Tótem-Dalí. El portero encargado de la sala actuó para mediar en la trifulca e intentar sofocar la situación. En ese momento, el detenido le propinó un fuerte puñetazo y la víctima cayó al suelo golpeándose en la cabeza. 

Carlos Amorín Lamas, el portero de 42 años que ha fallecido en Navarra

Como consecuencia del golpe, el varón sufrió un traumatismo craneoencefálico y entró en estado de coma. Fue ingresado de urgencia con fracturas y lesiones por las que "precisó intervención quirúrgica urgente". Sin embargo, a pesar del esfuerzo del equipo médico, la víctima permanecía grave, "con elevado riesgo vital".

Con el paso de los días, Carlos Amorín sufrió una agravación de sus lesiones. Finalmente, acabó falleciendo ayer miércoles tras no poder luchar más por su vida. El hombre, según detalla Noticias de Navarra, era empleado de la empresa pública Adif, aunque trabajaba como portero de locales nocturnos en semanas alternas.

Por su parte, el presunto agresor fue detenido por la Policía Foral y el martes fue enviado a prisión por el Juzgado de Instrucción n.º 4 de Pamplona. Se le acusa de ser el autor de un homicidio en grado de tentativa que ahora ha pasado a ser homicidio consumado. Este delito en España está castigado con una pena de 5 a 10 años de cárcel.

A pesar de las grabaciones comprobadas, el autor del puñetazo alegó ante el juez que actuó en defensa propia tras sufrir una agresión previa por parte del fallecido. Sin embargo, el magistrado concluyó que, ni en el atestado ni en las grabaciones hay indicios de que eso sucediera así y afirma que, aun así, no habría nada que justificara ese "impacto de gran intensidad".

Tras su comparecencia, el fiscal del caso pidió prisión preventiva para el detenido hasta la celebración del juicio. Por su parte, el juez la acordó para evitar el riesgo de fuga ante su situación irregular en España. El sujeto es natural de Colombia, donde mantiene un fuerte arraigo. 

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