Montaje del hospital de Écija y Manuela
SUCESOS

Manuela, la niña de 3 años que murió tras tener anginas: ‘Murió en nuestros brazos’

La fiscal llama a declarar a los médicos que atendieron a la menor los días previos a su fallecimiento

Continúa la pesadilla por la muerte de una niña de 3 años tras ser operada de amígdalas en el Hospital de Alta Resolución de Écija (Sevilla). Su familia aún no ha podido asimilar lo ocurrido y permanecen en tratamiento psicológico. Los padres acusan a los médicos de presunta negligencia médica tras ver morir en sus brazos a la menor después de acudir al centro en tres ocasiones para que la revisaran. 

Tras la denuncia interpuesta, la fiscal del caso ha solicitado la declaración de todos los sanitarios que atendieron a la pequeña en los días previos a su fallecimiento.

Según declara su progenitor, los médicos mandaron a la niña a casa hasta en dos ocasiones, a pesar de que estaba en muy malas condiciones. Finalmente, falleció tras sufrir una hemorragia descomunal derivada de la cirugía a la que fue sometida el 19 de septiembre de 2022. 

La menor continuaba empeorando

La operación, una amigdalectomía con adenoidectomía, se realizó el 19 de septiembre de 2022 a las 09:15 de la mañana en el Hospital de Alta Resolución de la localidad ecijana.

La menor necesitó anestesia general debido a la hipertrofia de amígdala y adenoide que sufría, y que le provocaba dificultad respiratoria y ronquidos nocturnos. Finalmente, según detalla su padre, a los 45 minutos de la intervención, la pequeña recibió el alta.

Sin embargo, tuvieron que permanecer en la habitación hasta las 18:00 de la tarde, porque la anestesia le había afectado "muchísimo y no se levantaba". Durante ese día, Manuela no recibió la visita del médico que le había operado, ni siquiera para realizar la revisión correspondiente antes del alta. 

Tras salir del hospital, acudieron a la farmacia para recoger los medicamentos necesarios para el posoperatorio y, al presentar la tarjeta, se percataron de que no les habían cargado las recetas. Según detalla su progenitor, "al médico se le olvidó, con lo que tuvimos que volver de nuevo al hospital".

A la mañana siguiente, la pequeña "ni comía ni hablaba, estaba todo el tiempo echada y sin moverse". Ante esa situación, la llevaron de nuevo al hospital, ya que, al no tragar, no podía tomar nada de su medicación que era de tipo oral. Allí, los padres solicitaron que le cambiaran las medicinas y tras decirles "'que era normal', nos cambiaron un único medicamento por supositorios, y le volvieron a dar el alta".

Imagen exterior del Hospital de Alta Resolución de Écija

Según detalla El Español, al segundo día después de la operación, la menor continuaba empeorando y volvieron a urgencias de nuevo. Al llegar, le pusieron Urbason, un medicamento para bajar la inflamación extrema, y "tras tomarnos por locos, nos volvieron a comentar que es normal y que nos fuésemos para casa". Media hora después le dieron el alta, pero entonces empezaron los problemas de verdad.

Su cuerpo colapsó

“El Urbason es un vasodilatador, y creemos que eso fue la estocada final”, lamenta el padre de la niña. Él se quedó toda la noche vigilando a la menor, ya que su mujer está embarazada de seis meses y necesitaba descansar. A las cinco de la madrugada, Manuela tuvo el ataque final. 

La pequeña "comenzó a estar muy agitada y a tener arcadas. La cogí en brazos, y de pronto vomitó sangre. Muchísima. Prácticamente toda la que tenía su cuerpo". Desesperados, los padres tuvieron que dejar solo a su hijo de 9 años en casa para correr con Manuela al hospital. "La niña llegó prácticamente desangrada" y fue diagnosticada con un shock postoperatorio hipovolémico.

Manuela tenía que ser trasladada al hospital Virgen del Rocío, pero la ambulancia medicalizada tardó tres horas. Cuando llegó, su situación era crítica. La menor tuvo que recibir varias transfusiones de sangre, pero seguía con hemorragias y necesitaba una operación urgente.

Montaje con el brazo de un paciente con una vía puesta y un médico con los brazos cruzados

Finalmente, su cuerpo acabó colapsando y llegó a un estado de muerte cerebral del 90%. El 10% restante se fue apagando hasta que el 24 de septiembre certificaron su defunción. Según detalla el informe clínico, la menor habría fallecido por una "encefalopatía hipóxico-isquémico" a causa de una grave hemorragia derivada de la cirugía a la que fue sometida.

Los padres no daban crédito de la situación y acusaron a los médicos de negligencia.

No tuvo analíticas previas

Según detalla el abogado representante de la familia, Manuela había sido sometida a la operación sin que se le hiciese la analítica de sangre previa. Ahora, tras emprender medidas judiciales, tres sanitarios del centro, además de la doctora que ya declaró como investigada hace unas semanas, deberán personarse ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de la localidad.

Tras esta decisión de la fiscal, el padre de la pequeña ha concedido unas declaraciones al programa televisivo Vamos a ver, en las que ha explicado el calvario al que siguen sometidos. Tanto ellos como su hijo menor siguen en tratamiento psicológico y luchan para que se haga justicia. Al final de su intervención, ha explicado que la situación "es inhumana" y que "con un análisis igual se podría haber evitado".

Sin embargo, afirma que "ellos se agarran a que al ser una operación tan simple, ni se considera operación y solo una reducción de amígdalas". No obstante, el hombre concluye contrariado, que ni aun así "hemos tenido un pésame por parte de los médicos". 

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