Un magrebí armado con un cuchillo siembra el pánico en una terraza en Cataluña

Los sindicatos policiales lo advirtieron hace unos días, vienen por delante unas semanas muy difíciles en cuanto a la seguridad. La falta de efectivos en lugares de costa, donde la población se multiplica durante el verano, pone en riesgo la seguridad de los ciudadanos. En el arranque del verano hemos visto ya un apuñalamiento mortal en Calella, y peleas e incidentes en otras ciudades y pueblos del litoral catalán.

Lloret de Mar ha sido el escenario de un grave incidente que ha desatado el pánico entre los presentes. Informa de ello Lloret Gaceta, que además comparte el vídeo de lo ocurrido.

Según el digital, alrededor de las tres de la madrugada de este lunes, en una zona de ocio de Lloret, un joven de origen magrebí sembró el pánico con un cuchillo en la mano. Al parecer estaba furioso porque quería consumir más alcohol y el bar estaba cerrando. Él y su acompañante la emprendieron a gritos con los responsables del establecimiento y al menos uno de ellos blandió el cuchillo.

Finalmente tuvo que intervenir la policía, que detuvo a las dos personas causantes del altercado.

Según los testigos el joven magrebí amenazó a los otros clientes que estaban en la terraza con el cuchillo, sembrando el pánico. Además volaron mesas y sillas, en una violenta escena que hizo que los clientes salieran corriendo.

La inseguridad no cesa en Cataluña

Las autoridades locales han reaccionado al incidente prometiendo tomar medidas urgentes para acabar con la inseguridad. No es el primer ayuntamiento que reconoce el problema de la inseguridad. Los alcaldes de Calella, Marc Buch, y más recientemente el de Figueres, Jordi Masquef, han sido los últimos en levantar la voz contra esta lacra. Han denunciado la tolerancia de las autoridades catalanas hacia la delincuencia y han pedido medidas urgentes.

Lugares como Calella o Lloret de Mar son propensos a la actuación de los multirreincidentes en los meses de verano, al acecho de los turistas. Esto reabre el debate sobre la necesidad de expulsar a los extranjeros multirreincidentes. Un debate incómodo, porque la izquierda contraataca siempre con el mantra del racismo y la extrema derecha.