Los 'privilegios' de Ana Julia Quezada en la cárcel: 'Como si fuera de la realeza...'

En la prisión de Brieva, en Ávila, se han dado a conocer detalles sobre los supuestos privilegios de los que disfruta Ana Julia Quezada. Y es que, según ha salido a la luz estos días, la mujer condenada por el asesinato de Gabriel Cruz tendría un trato preferencial. Una situación que, al parecer, la misma Guardia Civil estaría investigando, dada la gran controversia ocasionada.

La madre de Gabriel Cruz fue la primera en denunciar los "privilegios" de Quezada, lo que llevó a una investigación más profunda. Según esta, Ana Julia no solo habría mantenido relaciones con varios funcionarios, sino que también recibía regalos.

Hablamos de perfumes, chocolates y hasta teléfonos móviles; todo a cambio de favores íntimos. Este comportamiento se describe en el sumario de la causa, lo que evidencia el trato distinto que la asesina del niño Gabriel recibió en la prisión de Brieva.

Las relaciones con los funcionarios hacen saltar la polémica

Diversas reclusas han confirmado que Ana Julia Quezada mantenía relaciones sexuales con funcionarios de la prisión. Una de ellas relató a la Guardia Civil cómo escuchaba por las noches a los funcionarios entrar en la celda contigua a la de Ana Julia Quezada para tener estos encuentros.

La testigo añadió que Ana Julia era considerada "presa de máxima confianza" y que ocupaba el puesto de ordenanza en el módulo más tranquilo. Este módulo es conocido como "el módulo azul", un lugar considerado como "de respeto", según el canal de sucesos Prensa Ibérica.

Una de las compañeras de prisión de Ana Julia aseguró que Quezada "era capaz de engañar a los funcionarios" para obtener favores. "Tenía a los funcionarios encoñados", dijo la reclusa, quien añadió que la asesina de Gabriel presumía abiertamente ante las demás internas de cómo había conseguido regalos a cambio de sexo. "Podía sacar cosas a cambio de eso", mencionaba Quezada con frecuencia.

El poder de manipulación de Ana Julia Quezada

El poder de manipulación de Ana Julia Quezada parecía extenderse más allá de los funcionarios. Según las declaraciones de varias reclusas, la dirección de la prisión también la trataba de manera especial. "La directora y el equipo la atienden como si fuera de la realeza", relató una interna, quien indicó que el trato preferencial hacia Quezada era algo "no normal".

Además, varias presas coincidieron en que la asesina de Gabriel Cruz tenía una "gran capacidad de manipulación". Una compañera de cárcel comentó: "Ana Julia ha dispuesto de cosas que no se suelen conseguir en prisión".

En otro testimonio, se mencionó que "se acuesta con varios funcionarios que son veteranos y median por ella". En este caso, la reclusa dio los nombres específicos de los funcionarios involucrados, uno de ellos, según las declaraciones, sería "mano derecha de la directora de la cárcel". Este tipo de situaciones subraya el abuso de poder que se habría producido dentro de la prisión, donde las normas parecen no haberse aplicado.

El uso del sexo como moneda de cambio no es un hecho aislado en la prisión de Brieva, según los testimonios de las internas. De hecho, se asegura que muchos funcionarios caían en las manipulaciones de Ana Julia.

Una presa, que también tenía un teléfono móvil en su celda, explicó cómo "la mayoría de las internas lo tienen, las que pueden permitírselo económicamente". Esto resalta cómo, a través de la manipulación, Ana Julia pudo conseguir objetos que normalmente están fuera de alcance para el resto de las presas.