Joaquín Ferrándiz en el juicio por los cinco asesinatos que cometió
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Joaquín Ferrándiz, el asesino de tres prostitutas en España: ‘No me acuerdo’

Joaquín Ferrándiz asesinó a cinco mujeres entre 1995 y 1998

Entre 1995 y 1998, Joaquín Ferrándiz Ventura, “Ximo”, asesinó a cinco mujeres en Castellón e intentó acabar con la vida de otras dos. Próximamente, está previsto que el asesino confeso abandone la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) el próximo 22 de julio. Ferrándiz habría cumplido 25 de los 69 años a los que fue condenado por la muerte de las jóvenes. 

El pasado 4 de julio, el programa Hablando claro de La1 de RTVE emitió una entrevista del preso con la criminóloga Carmen Balfagón. La criminóloga asegura que Joaquín abandonará ahora la cárcel sin haber sido sometido a ningún examen psicológico. Sobre su futuro, el asesino confeso asegura que su mayor ilusión “sería volver a ser una persona normal”. 

Jaime García, hermano de la última víctima de Ferrándiz, Amelia Sandra, exige la prisión permanente revisable para el asesino de su hermana que “destrozó la vida de cinco familias”.

Joaquín Ferrándiz en 1995

Una larga vida de agresiones y muertes

La carrera criminal de Joaquín Ferrándiz comenzó en 1989, cuando fue detenido por la violación de una joven. Fue condenado a 14 años de cárcel, de los que solo cumplió seis. Y es que, lejos de reformarse, al salir comenzó a matar de nuevo. 

La primera de sus víctimas fue Sonia Rubio, una joven de 25 años que estudiaba filología inglesa. El 2 de julio de 1995, Sonia tuvo la mala suerte de encontrarse con Joaquín Ferrándiz al salir de una discoteca en Benicàssim. Él la invitó a subirse a su coche, fue entonces cuando la violó y la mató asfixiándola.

Sus tres siguientes víctimas fueron Mercedes Vélez (que había sido novia de su hermano), Francisca Salas y Natalia Archelós. Las jóvenes, de entre 28 y 23 años, fueron un blanco fácil para el asesino, ya que eran prostitutas. Ferrándiz perpetuó los crímenes entre agosto y septiembre de 1995, siempre con el mismo modus operandi: invitarlas a subir a su coche, donde las violaba y posteriormente las asfixiaba causándoles la muerte. 

Con su última víctima, Amelia Sandra, de 23 años, volvió a utilizar el mismo patrón que con Sonia Rubio. Recogió a la joven al salir de un local de ocio nocturno en septiembre de 1996. 

Descubrimiento del cuerpo de una victima de Joaquín Ferrándiz

Tras otros dos intentos de asesinato, Ferrándiz se vio acorralado y terminó confesando los asesinatos. Pese a eso, el asesino confeso se negó a declarar en el juicio. Según fuentes oficiales, el fallo recogió que Joaquín padecía un trastorno polimorfo de la personalidad, pero que este no le impedía “gobernarse a sí mismo”. 

Ahora, en la conversación que mantuvo con una criminóloga en La 1, reconoce que “no me acuerdo ni qué cara tenían”, refiriéndose a las tres prostitutas que asesinó.

La doble cara del asesino que no cree en la reinserción

Joaquín Ferrándiz, se podía decir que llevaba una doble vida. El valenciano trabajaba en una empresa de seguros de lunes a viernes, y los fines de semana dedicaba su tiempo libre a violar y matar chicas de la zona. 

Durante estos 25 años en la prisión de máxima seguridad de Herrera de la Mancha (lugar que ha compartido con otros presos como José Bretón o Miguel Carcaño) a Joaquín Ferrándiz no se le ha abierto ni un solo expediente disciplinario. 

En la actualidad se abre el debate sobre su puesta en libertad. Su ejemplaridad no es ejemplo de nada. Y es que al salir, y durante ocho años no va a poder volver a residir en Castellón ni en ninguna localidad donde cometiese los delitos.

Ahora, Ferrandíz que está a punto de cumplir 60 años, tiene la oportunidad de rehacer su vida, esa oportunidad que no tuvieron Sonia, Mercedes, Francisca, Natalia y Amelia Sandra. 

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