Fran, el hombre acuchillado en Gijón: su asesino le debía dinero
La policía apunta a un móvil económico
El pasado miércoles, Francisco Javier Rodríguez, dueño de la inmobiliaria Golden Star de Gijón, fue asesinado en plena calle. El asesino, Felipe D.A., de 56 años, era carnicero y conocía a la víctima por qué le había pedido un préstamo.
Los hechos ocurrieron sobre las dos del mediodía. Felipe esperó a Fran a pocos metros de la inmobiliaria donde trabajaba la víctima. Cuando Fran aparcó su coche en doble fila delante de su inmobiliaria, el asesino se acercó al vehículo, abrió la puerta y le asestó varias puñaladas en el cuello y en el tórax.
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Tras la agresión, Fran consiguió salir de su coche y caminó varios metros hasta la puerta de su inmobiliaria. Los testigos aseguran que los gritos de dolor de la víctima alertaron a todo el barrio.
La hija de Fran, que trabajaba con él, y otros empleados, salieron a la calle al escuchar los gritos de la víctima. Pese a los intentos de los empleados de Fran y los vecinos que se acercaron a socorrer a Fran, no pudieron hacer nada por su vida.
Cuando los sanitarios del SAMU llegaron, trataron de reanimar a Fran durante una media hora. Pese a eso, las heridas que presentaba el hombre y la cantidad de sangre que perdió, impidió que los sanitarios pudiesen salvarle la vida.
A pocos metros se encontraba Felipe, que fue detenido pocos minutos después con la ropa manchada de sangre y el cuchillo con el que cometió el crimen. El asesino, que se mostró “impasible” después del crimen, no opuso resistencia ante su detención.
“No huyó, estaba cerca de donde había matado al hombre, como esperando, paseándose con el arma en la mano y con una actitud como si la cosa no fuera con él. No intentó escapar”, contaban algunos vecinos.
Al parecer, Felipe le pidió un préstamo, junto a su mujer, a Fran para solventar su mala situación económica. Finalmente, Felipe se separó de su exmujer y tuvo que marcharse a compartir piso con otras personas.
Según cuentan, Felipe aseguraba que los intereses del préstamo de Fran le estaban arruinando la vida. Por ello, los investigadores consideran que el móvil del crimen pudo ser económico. De hecho, cuando la policía le contó al agresor el fallecimiento de la víctima, este contestó: “Ahí está bien”.
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