David, el hombre que murió de dos disparos en el portal de su casa

David Giménez, un hombre de 31 años de edad, ha sido asesinado con dos balazos en la espalda en Benetússer (Valencia) esta pasada noche alrededor de las 21:00 horas.

La víctima se disponía a ir a la discoteca Spook para ver el DJ británico Richie Hawtin en una de sus sesiones de música techno. Pero al salir a la calle, antes de acudir al evento, fue abatido cerca de su domicilio. 

El varón que era conocido en el barrio por su carácter fiestero y amigable, decidió bajar a la calle a comprar cerveza. Mientras, en su casa, estaba su amiga esperándole para ir más tarde al concierto. Fue en ese preciso momento en el que David perdió la vida.

La Policía está intentando localizar a los testigos de este fatal suceso. Al parecer, un par de vecinos escucharon el momento del disparo: “Ha sido todo muy rápido, pensábamos que se había desplomado él solo”. Es por ello, que muchos pensaron que había sufrido un infarto.

Los vecinos no dan crédito a lo sucedido

Una mujer, que pasó cerca del lugar de los hechos, fue quien avisó al 112 para pedir una ambulancia. Según otros testigos, tres individuos huyeron corriendo hacia el Parque Alcosa, uno de lo los barrios más conflictivos de Alfafar.

Además, dos amigos que se encontraban en el bar La Colmena, vieron a David tendido en el suelo y lo apartaron para que ningún vehículo lo atropellará. Fue en ese instante, cuando vieron que presentaba heridas graves en la espalda.

Cuando la Policía Local y la ambulancia del SAMU llegaron al lugar de los hechos, intentaron reanimar a la víctima con un desfibrilador que llevaban en el coche patrulla. Más tarde, los sanitarios siguieron realizando maniobras de reanimación durante 40 minutos, pero no lograron salvarle la vida.

De momento, el grupo de Homicidios de la Guardia Civil investigan la muerte de este joven. “Lo único que sabemos es que se lo han encontrado tirado en el suelo”, explicaba desconsolada una familiar del fallecido.

El fallecido trabajaba de carpintero y llevaba una vida completamente normal. Sus amigos le recuerdan como una persona muy divertida y que todo el mundo se llevaba bien con él. “Era muy buen tío, la alegría de la huerta”, asegura uno de sus amigos que le conocía desde los doce años.