Chago, el niño de 16 años que ha desaparecido en Tenerife: ‘Se perdió en la montaña’
Se perdió la pista de Chago cerca de la montaña, pero hay esperanzas de que esté vivo
La familia de Santiago José Gutiérrez Navarro ‘Chago’, el adolescente canario de 16 años que desapareció el 6 de septiembre, sigue buscándole de forma desesperada. El joven se levantó esa misma mañana y se marchó muy enfadado de casa: “¡Hasta nunca! ¡Me voy! ¡No me van a volver a ver!”
A pesar de que la búsqueda sigue activa, hay indicios de que Chago podría encontrarse en una casa okupa habitada por una mujer que retiene a menores. La casa se encuentra en Los Gladiolos, concretamente en la isla de Tenerife. Desde que hay constancia de ello, su familia no ha cesado la búsqueda en ese barrio conflictivo.
Luz, su hermana, cuenta que “se despertó enfadado, empezó a gritarle a mi madre y mi hermana…”. Más tarde, el canario salió de su hogar, dirigiéndose a una montaña e insinuando que se quería tirar por ella. Es por ello que otra hipótesis que se baraja es que el joven podría haberse quitado la vida.
La familia no pierde la esperanza
La familia se aferra a la posibilidad de que esté vivo y se encuentre en la casa okupa de la mujer. “Llevamos más de un mes buscándolo sin descanso”, comenta su hermana. A pesar de los rumores que dicen que se podría encontrar allí, de momento no hay rastro de él.
La casa en la que podría hallarse, que se encuentra cerca del puente Zurita, podría tratarse de un lugar donde se manejan drogas. Además, ciertos testigos aseguran, supuestamente, haber visto a Chago por esa zona.
De momento no se sabe si el menor se encuentra allí y los testimonios del barrio no quieren hablar por miedo. “Nosotros no daremos ningún chivatazo”, añaden los vecinos. Solo cuentan que esa mujer es “bastante peligrosa, conflictiva, algo turbia”.
Un chico muy casero y que apenas salía a la calle
Chago es un adolescente tranquilo y familiar. Físicamente, es alto y delgado y con el pelo y los ojos castaños. La gente de su entorno cree que la muerte de su padre ha podido provocarle algún trauma. Es por ello que Luz cree que “podemos encontrarlo y darle la ayuda que necesita”.
“Estaba ilusionado” por empezar una FP de mecánica, “compró todo nuevo”. La familia cuenta que no se trata de un chico agresivo ni conflictivo y que en casa es una persona muy ordenada.
Una búsqueda desesperada
La policía aún tiene que rastrear la zona del conflictivo barrio en profundidad, puesto que la hermana no puede “sola”. Sus amigos y familiares le han buscado por todas partes, tanto de noche y de día, pero sin ningún éxito.
Otra pista que lleva de nuevo a que el menor podría encontrarse en la perturbadora casa okupa es que “a raíz de la desaparición hemos conocido que hacía unos meses que un amigo lo llevaba con gente adulta allí”, relata su hermana. Por el momento, el caso sigue abierto y a la espera de que se encuentre sano y salvo.
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