El alimento que los expertos aseguran que tiene ocho veces más hierro que las lentejas
Se trata de un alimento rico en hierro, proteínas y otros nutrientes
Cuando pensamos en alimentos ricos en hierro, lo que nos viene a la mente son las lentejas, las espinacas o la carne roja. Sin embargo, hay un producto que supera con creces a todos estos en cuanto a su contenido de este mineral: la sangre de cerdo.
Lo cierto es que se trata de una comida que suele generar rechazo en muchas personas por su aspecto y su sabor. Sin embargo, se trata de un alimento muy nutritivo y beneficioso para nuestra salud, si lo consumimos con moderación. Así lo ha confirmado el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en una hoja informativa elaborada por expertos.
La sangre de cerdo es el líquido que circula por las venas y las arterias del cerdo, y que se extrae cuando se sacrifica al animal. La sangre se recoge en recipientes y se somete a un proceso de coagulación y filtrado para eliminar las impurezas y obtener un producto apto para el consumo humano.
Se puede consumir fresca o cocida, y se utiliza como ingrediente principal o secundario en diversas recetas. Algunas de las más populares son las morcillas, los zarajos, la sangre frita o la sopa de mondongo.
Receta fácil de sangre encebollada con tomate
La sangre de cerdo aporta un sabor intenso y característico a los platos, y también sirve como espesante o colorante natural. Además, es muy económico y sostenible, ya que aprovecha una parte del animal que de otro modo se desperdiciaría.
Propiedades nutricionales de la sangre de cerdo
La sangre de cerdo es muy rica en nutrientes, especialmente en proteínas y hierro. Así lo ha confirmado el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, con uno de sus informes sobre la sangre animal. Se ha analizado las propiedades y nutrientes de este alimento y se han sacado unos datos muy concluyentes.
Por ejemplo, 100 gramos de sangre de cerdo aportan 81 calorías, 18,5 gramos de proteínas, 1 gramo de grasa, 0 gramos de hidratos de carbono. Además de 40 miligramos de colesterol y 207 miligramos de sodio.
Pero lo más sorprendente es su contenido en hierro: nada menos que 52 miligramos por cada 100 gramos. Esto supone unas ocho veces más que las lentejas, que tienen algo más de 7 miligramos por la misma cantidad.
El hierro es un mineral esencial para nuestro organismo, ya que participa en la formación de los glóbulos rojos y el transporte de oxígeno a las células. Su déficit puede provocar anemia, cansancio, debilidad o palidez.
Además del hierro, la sangre de cerdo también contiene otros minerales importantes para nuestra salud, como el calcio, el magnesio, el potasio o el zinc. Estos minerales contribuyen al buen funcionamiento del sistema nervioso, muscular, óseo e inmunológico. También aporta vitaminas del grupo B, como la B3 o niacina, que interviene en el metabolismo energético y la síntesis de hormonas.
¿Qué beneficios tiene la sangre de cerdo para nuestra salud?
El consumo moderado y ocasional de sangre de cerdo puede reportarnos varios beneficios para nuestra salud, siempre que lo acompañemos de una dieta equilibrada y variada. Algunos de estos beneficios son:
Previene y combate la anemia
Al ser una fuente excepcional de hierro hemo (el más biodisponible), la sangre de cerdo ayuda a aumentar los niveles de hemoglobina y glóbulos rojos en la sangre. Esto mejora el transporte de oxígeno a los tejidos y previene los síntomas asociados a la anemia por deficiencia de hierro.
Favorece el desarrollo muscular
Al ser rica en proteínas de alto valor biológico (que contienen todos los aminoácidos esenciales), la sangre de cerdo contribuye al mantenimiento y la formación de la masa muscular. Esto es especialmente importante para las personas que practican deporte o que quieren aumentar su tono muscular.
Fortalece el sistema inmunológico
Al contener minerales como el zinc y el cobre, la sangre de cerdo ayuda a reforzar nuestras defensas y a prevenir o combatir las infecciones.
Precauciones al consumir sangre de cerdo
Eso sí, debemos advertir de algo muy importante: la sangre de cerdo no es un alimento apto para todo el mundo ni para consumirlo a diario. Hay que tener en cuenta algunas precauciones y contraindicaciones antes de incluirlo en nuestra dieta.
Por ejemplo, debemos asegurarnos de su procedencia y calidad. Además de cocinarla bien, evitándose el contacto con otros alimentos crudos o cocinados para prevenir la transmisión cruzada. Se debe lavar bien los utensilios y las superficies que hayan estado en contacto con la sangre.
También debemos moderar su consumo, ya que aunque es un alimento muy nutritivo, es muy calórico y rico en colesterol y sodio. Por eso, se debe consumir con moderación y ocasionalmente, dentro de una dieta equilibrada y variada. No se recomienda su consumo para personas con hipercolesterolemia, hipertensión, diabetes o enfermedades renales o hepáticas.
Es igualmente aconsejable consultar con nuestro médico, puesto que puede interactuar con algunos medicamentos o suplementos, especialmente los que contienen hierro o anticoagulantes.
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