Con poco queso y sin mucho sabor: así es la nueva pizza que Lidl ha puesto a la venta
En este caso, la fama de la cadena no ha sido suficiente para que este producto me termine de gustar
La pizza es una comida que suele gustar a casi todo el mundo por la versatilidad que tiene. Y es que encima de la masa podemos poner todo aquello que más nos guste. Pero también podemos escoger entre las que venden los supermercados, ya preparadas y listas para meter al horno.
En este sentido, hay unas pizzas que se podrían considerar premium por sus características. En Lidl, por ejemplo, las puedes identificar porque se indica que son artesanas y que están hechas al horno de piedra. Y en esta gama acaban de incluir una novedad que tiene los quesos como protagonistas.
Está colocada en la nevera junto al resto de este tipo de pizzas. Cuesta 3,99 euros y tiene un peso de 380 gramos. Sinceramente, no puedo decir que sea un nuevo acierto de la cadena, porque realmente desde que la ves en la tienda te decepciona.
La nueva pizza de Lidl escasea de ingredientes
Sin necesidad de llevártela a casa para probarla, ya puedes ver en la tienda que esta pizza es bastante escasa de ingredientes. Puedo llegar a entender que el borde sea algo grueso, pero en la parte del queso te esperas que vaya a ir más completa. Se trata de un producto de mayor calidad que cualquiera de las pizzas ya preparadas, así que esto decepciona bastante.
De todos modos, me la llevé a casa esperando que a la hora de probarla me convenciera por su calidad. Y para eso miré todas las que había disponibles en la tienda para llevarme la que más queso tenía de todas. Pero ni con esas.
En su lista de ingredientes pone que contiene un 34% de queso scamorza, 20% mozzarella, 11% emmental y 9% azul. Y en eso no miente, lo que pasa que luego las cantidades que ves en la pizza son bastante escasas. En cuanto al tamaño de la pizza, esta es más grande que una mano, dando para que coman dos personas.
Añado más ingredientes y la pizza gana
Después de haberla probado, he decidido comprar una nueva y añadir más ingredientes para notar la diferencia. La masa, la verdad, es que está bastante buena y tiene el grosor perfecto. Por eso, el fallo únicamente está en lo que lleva encima.
Entre los ingredientes que incluí, en primer lugar estaba la salsa de tomate, ya que era también escasa. En cuanto a los quesos, primero puse una mezcla de cuatro quesos que cubría todo lo que ya trae la pizza. Después le añadí dados de queso azul y queso feta.
Para preparar, en el envase vienen dos opciones. Por un lado, la puedes hacer en sartén, previamente calentada, poniéndola 4 minutos tapada y luego dejarla 3 más sin la tapa. Yo opté por el horno colocando la pizza durante 10 minutos con calor superior e inferior después de haberlo precalentado a 220 grados.
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