La desconocida 'maldición' de Doña Manolita, la administración de Lotería más famosa
Doña Mañolita ha repartido suerte a cientos de personas en España, con muchos premios para sus compradores, pero hay un detalle inquietante sobre sus vendedores
Doña Manolita, administración de Lotería situada en pleno centro de Madrid, entre la plaza de Callao y la Puerta del Sol, es una de las más famosas de España. Tiene el honor de repartir cada año premios suculentos y especialmente el Gordo, que ha celebrado con sus premiados hasta en 76 ocasiones.
Lo cierto es que, a pesar de lo reconocida que es esta administración, hay algo raro con Doña Manolita. En este caso, lo que muchos llaman ya 'maldición' y que afecta a los vendedores de la misma. Estos, pese a que siempre compran en cada sorteo de Navidad varios números de la Lotería, nunca han tenido la suerte de que les haya tocado el Gordo.
Estamos hablando de una curiosa contradicción y a la vez inquietante. Siendo la administración que más vende de España junto a la de Sort, no han tenido la suerte de llevarse sus propios vendedores un premio considerable de la Lotería de Navidad.
En Doña Manolita no todos tienen suerte
Eso sí, cada vez que les toca repartir un premio Gordo, están más que satisfechos por la alegría y los millones de euros que se lleva a todo aquel que resulta agraciado. Aquellos que celebran que les ha sonreído la suerte gracias a uno de los cientos de números que ellos venden para cada sorteo navideño.
Junto a la Bruixa d’Or en Sort (Lleida) es la administración de España que más vende y más reparte en premios. Su primera propietaria, Manuela de Pablo, abrió el primer negocio en una céntrica calle de Madrid, la calle Hortaleza. En este caso, empezó siendo un estanco, y no fue hasta 1904 cuando Doña Manolita abrió la administración número 67 en la calle San Bernardo de Madrid.
Esta se habituó a repartir espectaculares premios de forma frecuente y al final decidió aumentar su negocio, abriendo la mítica administración de la calle del Carmen 22. Con todo, años más tarde, la famosa Doña Manolita moría a los 72 años, allá por 1951, dejando un legado que se mantiene a día de hoy.
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