Los nuevos radares que ya han llegado a Cataluña: cómo te multarán a partir de ahora

En la incansable búsqueda de reducir los accidentes de tráfico, el Servei Català de Trànsit (SCT) está liderando la implementación de innovadores “radares del futuro”. Estos dispositivos pretenden relegar a un segundo plano los tradicionales radares fijos. La meta es lograr que, para el año 2030, el número de víctimas mortales en las carreteras catalanas sea inferior a 90 anuales.

Con estas iniciativas, se espera transformar el panorama de la seguridad vial y avanzar hacia un futuro donde la pérdida de vidas en las carreteras sea mínima.

El director del SCT, Ramon Lamiel, ha destacado que incluso se está considerando la incorporación de inteligencia artificial para mejorar la seguridad vial. Este enfoque pionero busca aprovechar las últimas tecnologías para prevenir accidentes y garantizar un tráfico más seguro en las carreteras de Cataluña.

La inteligencia artificial ha llegado también a las carreteras

El Servei Català de Trànsit busca perfeccionar el sistema de radares para reducir la siniestralidad en las carreteras. También está enfocado en aprovechar los avances tecnológicos, destacando la inteligencia artificial como una de las principales herramientas a explorar. Según el anuncio de Lamiel, están finalizando el desarrollo de cámaras equipadas con inteligencia artificial.

Las carreteras dispondrán de paneles informativos que alertarán a los conductores sobre la presencia de animales en la vía, hasta un kilómetro de distancia. Esta medida responde a la realidad de que, en algunas regiones, casi la mitad de los accidentes son causados por la irrupción de animales en la carretera.

Este innovador enfoque, posiblemente combinado con radares, también proporcionará advertencias sobre la presencia de ciclistas o peatones en la carretera. Utilizará un sistema de velocidad variable para notificar a los conductores y sugerir una reducción de velocidad.

Inicialmente, se llevarán a cabo pruebas de estos sistemas con inteligencia artificial en tres ubicaciones de la N-2 y la N-260 en Girona.

Además, se está considerando la posibilidad de implementar semáforos en los accesos a tramos extensos de autopista. Esta medida proporcionará la reversibilidad de carriles adicionales según el tráfico, y la creación de vías preferentes para ciclistas en ciertos horarios y días específicos.

Los radares fijos desaparecerán

El Servei Català de Trànsit está apostando por una estrategia de radares dinámicos, dejando de lado cada vez más a los radares fijos. En los últimos años, se ha dado prioridad a los radares por tramo, y la intención es mantener esta tendencia. Según explica Lamiel, la dispersión de la siniestralidad ha aumentado, con menos puntos de acumulación de accidentes.

Más allá de los radares de tramo, el Servei Català de Trànsit está llevando a cabo pruebas para implementar nuevos métodos. Uno de ellos es un radar instalado en un helicóptero. Está previsto que comience a multar a finales de año, una vez se acredite la máxima fiabilidad del sistema.

Además, se han realizado pruebas con drones, aunque aún no hay un sistema de radar certificado por el Centro Español de Meteorología, la entidad competente en la materia. Se espera que este sistema entre en funcionamiento en 2024.

Finalmente, se contempla la implantación de un tercer sistema, similar al que ya está en funcionamiento en Francia: los “carro-radares”. Estos radares, similares a los fijos, cuentan con un pequeño remolque que permite su movilidad por diferentes puntos de la carretera. La intención es tener un elevado número de estos cinemómetros en los próximos cinco años.