Montaje fotográfico entre dos imágenes de los hermanos Bonpreu
SOCIEDAD

La impactante historia que hay detrás de Bonpreu: una pelea millonaria entre hermanos

Actualmente solo uno de ellos es el propietario


La cadena de supermercados Bonpreu es la elegida para muchos catalanes. Cuenta con unos 150 establecimientos y más de 6.200 trabajadores en todo el territorio catalán. Ahora bien, detrás de ese éxito existe una gran controversia.

Y es que, los hermanos tuvieron una guerra empresarial por la diferente política de dividendos. Según ha informado Economía Digital, Josep y Joan Font que eran propietarios al 50%, se enfrentaron y acabaron en los juzgados. Una guerra que, según indica el medio citado, todavía están pagando los supermercados Bonpreu.

Bonpreu todavía paga la pelea entre Josep y Joan Font

El enfrentamiento entre los hermanos Josep y Joan todavía no ha terminado. Pues, a pesar de que, Joan Font adquirió la mitad de la empresa de su hermano por 300 millones, la cadena de supermercados todavía está pagando la guerra. Concretamente, según indica el medio citado, a la cadena de supermercados le cuesta 25 millones cada año.

Cuando se zanjó el acuerdo entre ambos hermanos, lo que hizo el actual presidente de Bonpreu, Joan Font, fue cargar la operación a las cuentas de la cadena de supermercados. Según indica Economía Digital, el acuerdo se negoció para que el pago se realizará en ocho años, por lo que todavía se está pagando.

Imagen del edificio de un supermercado de Bonpreu

Ahora bien, Joan Font no adquirió directamente las acciones de su hermano, sino que decidió que fuera su sociedad patrimonial quien lo hiciera, Baloo d'Inversions. De este modo, Joan cuenta con el 100% de las acciones. Unas personalmente y, el resto, a través de su sociedad patrimonial.

Los dividendos, el principal foco de conflicto

El principal foco de conflicto eran los dividendos. Mientras un hermano pedía más remuneración para los propietarios, el otro prefería reinvertir los beneficios. Josep Font quería mayor remuneración y, en cambio, Joan se conformaba con su sueldo (58.000 € anuales) y prefería reinvertir los beneficios.

La guerra entre ambos llegó a la Audiencia Nacional y como no se ponían de acuerdo por el valor que se tenían que comprar las empresas, los juzgados apuntaron que la mejor salida era una negociación extrajudicial.

De este modo, según indica el medio citado anteriormente, el fallo judicial sirvió para agilizar la búsqueda de acuerdo entre ambos partes, ya que no negociaron de manera directa debido a las tensiones personales. Asimismo, Joan Font se hizo en 2019 con el 100% de las acciones tras pagar 300 millones a su hermano, Josep Font.

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