eugenesergeev de Getty Images, Maria Sbytova El desconocido botón que permite ahorrar mucho combustible en autopistas y autovías
El uso del sistema de control de crucero permite que se gaste un 20% menos en combustible, sobre todo en vías en donde se pueda circular a ritmo constante
La gran mayoría de vehículos ya incorporan entre sus prestaciones un botón que puede servirle de gran utilidad a los conductores. Principalmente para el ahorro de combustible tanto en autopistas como en autovías. Se estima que llega a ser de hasta el 20%.
Nos referimos al sistema de control de crucero, que permite que se pueda circular a una velocidad constante. Todo ello sin que haya que hacer uso del acelerador o del freno.
Los avances tecnológicos producidos en los últimos tiempos nos acercan a modelos más desarrollados en este sentido. Y es que incluso existe el control de crucero adaptativo, capaz de ajustar el ritmo de manera independiente respetando los límites o distancias de seguridad.
Cómo funciona el control de crucero
Para muchos conductores, esta función se reduce únicamente al control de la velocidad. Pero en realidad también busca rebajar el consumo de combustible. Algunas investigaciones desvelan la eficacia de este sistema.
Se trata de una opción que ya incluyen la mayoría de coches | Getty Images
Después de comparar dos trayectos, uno con velocidad de crucero y otro sin él, se llegó a una clara conclusión. Según Natural Resources Canada, en la prueba sin este sistema, el gasto en carburante se elevó un 20% más que si lo hubiera utilizado.
Estiman, además, que conservar un ritmo constante en carretera supone un ahorro de entre el 7% y el 14%. Por lo tanto, es preferible evitar los constantes acelerones, frenazos y los cambios de velocidad. Eso irá en contra de nuestro objetivo de aprovechar con eficiencia la energía.
Cuándo sacarle un mayor rendimiento al control de crucero
El control de crucero resulta especialmente interesante en ciertas situaciones. Sobre todo en autopistas y autovías, a poder ser llanas y sin grandes repechos, y en donde no haya atascos. En estas vías resultará más sencillo circular a un ritmo constante.
Como es lógico, en las pendientes pronunciadas, ya no se le podrá sacar tanto rendimiento. Lo mismo sucederá con los tramos urbanos. Entre semáforos, pasos de cebra y vehículos en doble fila será prácticamente imposible manejarse a una velocidad estable durante un tiempo.
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