¿Qué es mejor cuando estamos a dieta, prohibir o limitar alimentos?

Seguro que en algún momento o circunstancia de la vida has eliminado de manera temporal algún alimento de tu dieta. Ya que pensabas que ese alimento era el causante de que subieras de peso o que de esa manera podías llegar antes a tu objetivo.

Hace un mes más o menos planteé a mis seguidores la siguiente pregunta: ¿Es mejor perder peso prohibiendo ciertos alimentos o limitarlos y hacer una reeducación alimentaria?

La gran mayoría respondió que la mejor opción era la de limitar y reeducar, pero también hubo quien optó por la opción de prohibir alimentos. Y yo me pregunto: ¿De qué sirve hacerlo de esa manera?

¿De qué sirve prohibir alimentos en una dieta?

De esta manera no aprendemos absolutamente nada, solo nos motiva el llegar cuanto antes al objetivo sin centrarnos en lo que realmente importa. Que es, aprender a convivir con todos y cada uno de los alimentos que nos rodean. Consiguiendo tener así una buena relación con la comida.

Planteé la pregunta porque en consulta es habitual encontrar personas que vienen de dietas muy restrictivas o de la típica dieta de moda en la que han tomado algún producto "dietético" con el cual han sustituido alguna de las ingestas del día.

Al principio me chocaba un poco ver que lo que más motivara fuera llegar al objetivo en poco tiempo, que fuera algo estético más que por salud. Luego entendí que la culpa de todo esto la tiene la sociedad y esos estándares de belleza que hacen que desarrollemos complejos que antes no teníamos.

Esto puede empujarnos a hacer locuras para perder el peso que nos sobra y con ello sentiremos mejor y no sentirnos juzgados por lo que piense la gente. Pero para nada debe ser así.

Antes de iniciar cualquier cambio de hábito, debemos querer y aceptar nuestro cuerpo tal y como es, y disfrutar del camino hacia esos nuevos hábitos sin maltratarnos física ni psicológicamente. Y por supuesto no hacerlo por nadie más que por nosotros mismos.

El motivo por el que es mejor limitar que prohibir alimentos

Pues bien, cuando limitas un determinado alimento no lo estás eliminado de tu dieta, sino que estás limitando el consumo de ese producto u optando por alternativas más saludables. Por lo tanto, no los estamos catalogando en alimentos buenos o malos, y mucho menos prohibiendo el consumo de ningún alimento.

De otro lado, con la prohibición y con ello, la eliminación de determinados alimentos que por algún motivo queremos eliminar de nuestra dieta, lo que conseguimos es que los deseemos aún más y que la dieta nos resulte más difícil, ya que aumenta su deseo.

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Como consecuencia, este tipo de conductas pueden desembocar en atracones, sentimientos de culpa y derivando en trastornos de conducta alimentaria. Ya que “cogemos” miedo y nos culpamos después de la ingesta de ciertos alimentos que consideramos "prohibidos".

Y por supuesto con ello no hay aprendizaje, lo que único que conseguimos es frustración por la restricción. Todo esto tiene connotaciones negativas con ciertos alimentos y promueve una mala relación con la comida.

La solución es sencilla: incluye a tu dieta todo tipo de alimentos

Debemos “controlar” siempre la frecuencia de consumo de los alimentos de una forma moderada, equilibrada y personalizada, teniendo siempre un enfoque flexible.

La solución para una "dieta" equilibrada es incluir todo tipo de alimentos y adoptarla como forma de vida (algo fundamental para que realmente funcione), no como algo temporal. ¡No te olvides!