¿Debo dejar de comer gluten si no soy intolerante?: Mi respuesta como nutricionista

Dentro del sinfín de dietas que se han puesto de moda en los últimos años, encontramos la dieta sin gluten. Y afirmo con total seguridad que es una moda, porque la mayoría de gente lo hace sin ninguna base científica ni ninguna justificación.

Me refiero al típico "mi amiga lo ha visto en redes y a ella le va bien", o "mi cuñado desde que lo hace ha perdido 10 kg". Vamos a parar un momento, que no me canso de repetir que lo que le va bien a uno no tiene por qué irle bien al otro.

Y que si una persona intolerante al gluten lo aparta de su dieta, evidentemente se va a sentir mejor, pero no tiene por qué ser tu mismo caso. Pero bueno, vamos por partes y empecemos por el principio, por conocer qué es el gluten.

¿Qué es el gluten?

De verdad os aseguro que, por lo que me encuentro en mi consulta de nutricionista, hay muchísima gente que no tiene ni idea de definirme qué es el gluten. Sin ir más lejos, el gluten es una proteína que se encuentra en cereales como el trigo, la cebada y el centeno.

Para la mayoría de la población no presenta problemas, pero sí los causa en personas con enfermedad celíaca, sensibilidad al gluten no celíaca u otras patologías relacionadas con el gluten.

La enfermedad celíaca afecta aproximadamente al 1% de la población. Esta es un trastorno autoinmune grave. Esta proteína ha sido objeto de debate y controversia en los últimos años, lo que ha llevado al aumento de la popularidad de las dietas libres de gluten.

Los beneficios de una dieta libre de gluten

1. Posible reducción de sintomatología digestiva: hay quien reporta una mejora en los síntomas digestivos como hinchazón, gases y malestar.
2. Mayor variedad de alimentos saludables: de forma indirecta, al eliminar los productos sin gluten, es posible que aumentes el consumo de frutas, verduras, proteínas magras… pero tampoco puede demostrarse.
3. Potencial para descubrir sensibilidades no diagnosticadas: está claro que, si eliminando el gluten de tu dieta te sientes mejor, es que existe algún tipo de intolerancia a esta proteína.

Además, en personas con sensibilidad al gluten y celíacos, encontramos alivio de síntomas gastrointestinales, reducción de la inflamación, mejora de la piel y aumento de energía y vitalidad.

Atención a los contras de una dieta sin de gluten

Ahora bien, también es importante prestar especial atención a los contras de una dieta sin gluten. Y es que eliminar esta proteína no siempre es la mejor opción, pues puede comportar:

1. Restricción innecesaria de nutrientes: el gluten se encuentra en una variedad de alimentos ricos en nutrientes. Al eliminarlos de tu dieta, puede resultar una ingesta reducida de fibra, vitaminas del grupo B, hierro, zinc…
2. Mayor coste económico y dificultad para seguir la dieta: los productos sin gluten suelen ser más caros que los que sí llevan gluten. Además, hay más dificultad para seguirla en momentos de ir a comer fuera o de viajar, ya que muchos restaurantes aún no tienen demasiadas opciones.
3. Riesgo de acabar consumiendo alimentos procesados: a veces, se acaba recurriendo a productos procesados "sin gluten" con cantidades excesivas de azúcar, grasas poco saludables y aditivos.

Mi consejo sobre la ingesta de gluten como nutricionista

No debes dejarte llevar sin saber demasiado bien qué estás haciendo. Si tienes malestar digestivo con la ingesta de gluten, consulta con tu médico y ve al digestólogo para que pueda hacerte un diagnóstico basado en pruebas, no en redes sociales.

Eliminar el gluten de la dieta puede tener beneficios para las personas con sensibilidad al gluten y con celiaquía, pero no en personas que no tienen trastornos relacionados con el gluten.