
Si te sale un bulto en el cuello, no te alarmes, no siempre es peligroso: cómo saberlo
Los expertos nos ayudan a saber si un bulto en el cuello es peligroso o no
Los bultos en el cuello pueden ser motivo de preocupación para muchas personas. A menudo, su aparición puede ser síntoma de un problema de salud como una infección o un trastorno de la tiroides. Sin embargo, no todos los bultos son graves y es importante saber cuándo buscar atención médica y cómo autoexplorarse en casa.
Te explicamos a continuación cómo debes examinarte para saber si el bulto es peligroso o no.
Los bultos en el cuello y las causas
Los bultos en el cuello son protuberancias que se desarrollan debajo de la piel en el área del cuello. Pueden variar en tamaño y forma, y pueden ser dolorosos o no. Algunos bultos en el cuello son benignos, lo que significa que no son cancerosos y no representan una amenaza para la salud.

"Los bultos son tremendamente frecuentes y pueden tener múltiples causas, desde las más leves hasta enfermedades peligrosas para la vida. Durante las primeras décadas de vida su aparición es más común en cuadros benignos. A partir de los 40 años debemos buscar consejo médico especializado ante el hallazgo de un bulto en el cuello que no desaparece en el plazo de 7 a 14 días".
Estas palabras las firma el doctor Jon Alexander Sistiaga. El doctor es presidente de la Comisión de Oncología y Cirugía de Cabeza y Cuello de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC).
Sin embargo, otros bultos pueden ser malignos, lo que significa que son cancerosos y pueden requerir tratamiento inmediato. Hay muchas causas posibles para los bultos en el cuello, incluyendo:
Infecciones
Las infecciones pueden causar bultos en el cuello. Un ejemplo claro es la amigdalitis, una inflamación de las amígdalas que se encuentran en la parte posterior de la garganta.
Ganglios linfáticos inflamados
Los ganglios linfáticos son pequeños órganos que forman parte del sistema linfático. Pueden inflamarse como resultado de una infección o enfermedad.
Cáncer
El cáncer puede causar bultos en el cuello, especialmente el cáncer de tiroides y el linfoma.
Tiroides hiperactiva o hipotiroidea
Una tiroides hiperactiva o hipotiroidea puede causar bultos en el cuello.
Lipomas
Los lipomas son tumores benignos compuestos de células de grasa.

Los expertos lo recomiendan: autoexplora los bultos en el cuello
Es importante autoexplorar regularmente el cuello para detectar cualquier bulto o protuberancia. Esto se puede hacer en casa siguiendo estos pasos:
Localiza el bulto
Asegúrate de identificar la ubicación exacta del bulto en el cuello.
Palpa el bulto
Usa los dedos para palpar el bulto y sentir su tamaño y forma.
Determina si es doloroso
Si el bulto es doloroso, puede indicar una infección.
Verifica si se mueve
Si el bulto se mueve cuando se presiona, es más probable que sea un quiste benigno. Si está adherido al cuello, puede ser un signo de cáncer.
Observa si hay otros síntomas
Si el bulto se acompaña de otros síntomas, como fiebre o dificultad para tragar, es importante acudir al médico de inmediato.
Si se detecta un bulto en el cuello, es fundamental acudir a un médico para obtener un diagnóstico preciso. Algunas condiciones comunes que pueden causar bultos en el cuello incluyen inflamación de los ganglios linfáticos, quistes sebáceos, abscesos, tiroides agrandada, entre otras.
Sin embargo, también hay algunas afecciones más graves que pueden causar bultos en el cuello. Como por ejemplo el cáncer de cabeza y cuello, el linfoma y el cáncer de tiroides. Es por ello que es importante que las personas consulten a un médico para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
La detección temprana y el tratamiento adecuado son fundamentales para garantizar el mejor resultado posible en el tratamiento de una afección. Si se ignora un bulto en el cuello, puede provocar complicaciones graves y poner en riesgo la salud del individuo.
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