Pedro Sánchez echa el resto con Puigdemont
Los socialistas aprietan el acelerador para asegurar la investidura
Las últimas horas para la formación de la Mesa del Congreso han sido frenéticas, y el PSOE ha visto por primera vez peligrar la investidura. Los socialistas han alcanzado un acuerdo in extremis con la ejecutiva de Junts per Catalunya. Pero Pedro Sánchez tendrá que apretar el acelerador para asegurar sus votos.
El pánico se apoderó de Ferraz en la tarde de ayer. La posibilidad de una abstención de Junts y la aproximación del PNV al PP decantaba la mayoría del lado de Feijóo. Fue entonces cuando la dirección socialista pasó a la ofensiva para neutralizar a su rival.
El plan principal del PSOE es conseguir el sí de Junts. Para convencer al núcleo duro de Carles Puigdemont, los socialistas han designado al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Esto abre la vía para la negociación de puntos clave como la amnistía y el avance en el derecho de autodeterminación.
Acuerdo 'in extremis' por la Mesa
El PSOE tiene claro que si el PP se hace con la mayoría de la Mesa, su plan para llegar a la Moncloa salta por los aires y habrá repetición de elecciones. Ferraz exploró ayer la vía canaria, consistente en conseguir el apoyo de Coalición Canaria ofreciendo al PNV un puesto clave en el Congreso. Pero finalmente lo ha descartado, y esto por dos motivos.
Uno, el PSOE prioriza a EH Bildu por delante del PNV. Los abertzales se han convertido en el socio preferente de Pedro Sánchez, y si hay sillones vacíos priorizará a la formación de Arnaldo Otegi antes que a la de Andoni Ortuzar.
Dos, en las últimas horas se han conseguido desencallar las negociaciones con Junts y los de Puigdemont darán su apoyo en la formación de la Mesa. Esto no significa un sí de cara a la investidura. Pero acerca mucho las posiciones con los independentistas y permite a los socialistas centrarse en el plan A.
Sánchez, a por la legislatura
Una vez asegurada la mayoría de la Mesa, el PSOE se centrará en conseguir el apoyo de Junts para la investidura de Pedro Sánchez. Hasta ahora ha habido contactos entre los dos partidos, pero en Waterloo recelan. Creen que lo que ofrece el PSOE es insuficiente y piden hechos concretos y demostrables.
Ferraz aprieta el acelerador y escoge a Zapatero como hombre clave para la negociación con los independentistas. El expresidente es uno de los principales apoyos de Sánchez en sus concesiones al separatismo. Apoyó la derogación del delito de sedición y la concesión de los indultos a los presos del procés.
También ha apoyado la mesa de diálogo y las vías para resolver el conflicto catalán. Además, durante su mandato derogó los artículos para castigar la convocatoria ilegal del referéndum. Un paso clave para que, más tarde, no se pudiera castigar penalmente la organización del referéndum de 2017.
El PSOE echa el resto
La designación es un claro guiño a los independentistas, por parte de un PSOE que intenta a la desesperada salvar la legislatura. De momento, la amnistía parece asegurada. No solo es una reclamación asumible para los socialistas, sino que además ha sido apoyada con rotundidad por los socios de Pedro Sánchez, Sumar.
La línea roja está en el referéndum, que sigue siendo una de las exigencias de Puigdemont. Los socialistas advierten a Junts de la dificultad de legislar la autodeterminación con las mayorías existentes. Pero en Waterloo apelan a la búsqueda de soluciones alternativas para que los catalanes ejerzan el derecho a decidir.
El PSOE ya ha hecho concesiones como el grupo parlamentario propio, el catalán en las instituciones españolas y europeas, la presidencia del Congreso de Francina Armengol. Pasos suficientes para ablandar a los independentistas en esta primera ronda. Pero para asegurar la investidura, Pedro Sánchez tendrá que dar pasos más arriesgados y está dispuesto a echar el resto con Junts.
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