Lo siguiente de Yolanda Díaz: trabajar menos
La próxima semana arranca la mesa de diálogo social para discutir la reducción de la jornada laboral: más costes para las empresas
El Gobierno de coalición avanza hacia su otro compromiso social: reducir la jornada de trabajo. La subida del SMI y la reducción de jornada tendrán efectos en los costes de las empresas. La medida busca aumentar la productividad y reducir el paro, pero hay dudas sobre si realmente será así.
Trabajar menos
En principio, la subida del SMI iba a ser del 3%, pero el Ministerio de Trabajo impuso el 5%. Como ya explicamos desde E-Notícies, esto supone disparar los costes de contratación para las empresas. Concretamente, 1.900 euros: lo que le costará a una empresa tener un trabajador con el SMI.
Ahora, el Gobierno avanza hacia su siguiente objetivo: la reducción de la jornada laboral. El próximo día 25 arranca la mesa de diálogo social, que en el caso de la subida del SMI no fue un ejemplo de diálogo. Sea como fuere, la intención es reducir la jornada de las 40 a las 37,5 horas: media hora menos cada día.
En términos empresariales, esto tiene los mismos efectos que la subida del SMI: aumentar los costes. Si pagas más por menos tiempo, el tiempo te sale más caro. Pero como ocurre siempre que se habla del mercado laboral, el concepto de productividad es central. Y hay diferentes posturas al respecto.
Productividad y tiempo de trabajo
La teoría del Gobierno y de algunos economistas es que la reducción de la jornada laboral aumentará el empleo y la productividad. El empleo, por una redistribución del trabajo: los empresarios contratarán más. Y la productividad porque, si se reduce la jornada, el trabajador hará más en menos tiempo y, por ende, será más productivo.
Pero esto depende del sector, más concretamente del valor añadido de cada sector. Los datos muestran que en sectores de un alto valor añadido - la biomedicina, por ejemplo - ya se ha practicado la reducción de jornada. Ahora bien, es una reducción consensuada y que responde de manera natural a su alto valor añadido.
En sectores como la hostelería, el comercio y similares, los efectos de una reducción de jornada pueden ser negativos. El aumento de los costes pueden no compensar la productividad de los trabajadores en estos sectores. Algo que se acaba traduciendo en la llamada “mortalidad empresarial” o en la reducción de costes: despedir, pagar menos o no contratar.
Los que justifican la medida señalan que, efectivamente, aumenta los costes, pero que se cubrirán con subvenciones públicas. Es decir, que la idea es cubrir temporalmente la subida de costes y esperar a que ocurra el teórico aumento de productividad y empleo. Pero hasta la fecha, el paro en España es estructural y la productividad está estancada.
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