El secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull, interviene durante una rueda de prensa en la sede del partido, a 29 de mayo de 2023, en Barcelona
POLÍTICA

Waterloo da calabazas a Feijóo y refuerza su idilio con Pedro Sánchez

Hasta Yolanda Díaz ha sido más dura con el PSOE que Gabriel Rufián y Jordi Turull

Tras el último escándalo del PSOE, Alberto Núñez Feijóo se descolgó ayer con la propuesta de una moción de censura contra Pedro Sánchez. El primero en responder fue Gabriel Rufián, que como era de esperar dio un ‘no’ rotundo. Faltaba por conocer la posición de Junts, que tras horas de silencio respondió también de forma negativa.

Un hombre en un podio con las banderas de España y la Unión Europea de fondo y el logotipo del PP.

Fue el secretario general del partido, Jordi Turull, quien dijo que Feijóo debe estar “como una regadera” para pedir esto después de su ofensiva contra el catalán en Europa. Un poco lo mismo que vino a decir Rufián. En E-Notícies ya advertimos este miércoles que la batalla por el catalán en la UE había dejado a Carles Puigdemont sin más alternativa que morir con Pedro Sánchez.

Era por lo tanto previsible que tanto ERC como Junts rechazaran la propuesta. Ambos partidos han rebajado la tensión con el PSOE en las últimas semanas. Necesitan cierta estabilidad y mantener vivo a Sánchez para conseguir la amnistía y los compromisos que quedan por cumplir.

Con el 'no' a Feijóo, Waterloo confirma que está dispuesto a someterse al PSOE pase lo que pase hasta el final. De hecho, lo más llamativo de todo esto no ha sido el rechazo de la moción de censura, sino la absoluta falta de crítica de los partidos procesistas al PSOE. Hasta tal punto, que incluso Yolanda Díaz ha sido más dura con Pedro Sánchez que Rufián y Turull.

Junts queda atrapado en el bloque sanchista

Como ya avanzamos ayer, los partidos procesistas se preparan ahora para negociar la aprobación de los presupuestos el año que viene. En las últimas semanas se han enrocado los dos bloques -PP y Vox, por un lado, y Gobierno y sus socios, por otro. Y lo más importante, se han cerrado las puertas para posibles fugas de un bloque a otro.

Carles Puigdemont ha quedado atrapado en el bloque sanchista y ya no tiene marcha atrás. Seguirá votando con el PP medidas económicas, migratorias y energéticas. Pero al mismo tiempo seguirá sosteniendo a un Gobierno en ruinas arrastrado por una izquierda decadente.

Es el precio de una estrategia errática que no tiene en cuenta la acción legislativa sino los intereses tácticos de partido. En este caso, la propia salvación del proyecto político de Puigdemont. Da la sensación de que todo lo que hace Puigdemont va orientado a conseguir la amnistía.

El mayor temor de Waterloo es que Pedro Sánchez convoque elecciones el verano que viene sin haber cumplido sus compromisos. Por eso Puigdemont necesita seguir siendo un aliado fiel de Pedro Sánchez. Una vez haya obtenido la amnistía, podrá deshacerse de los socialistas para afrontar su carrera hacia la presidencia de la Generalitat.

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