Vox y PP, peleados de nuevo
Lo de Extremadura no fluye
Lo de Vox y el PP, al menos en Extremadura y por culpa de los segundos, empieza a parecerse a una comedia de las malas. La última escena se ha rodado este jueves, y ha vuelto a tener como protagonista a María Guardiola, la presidenta popular. ¿Qué ha hecho ahora? Pues hablar de más: ha dicho que tiene “escasa o nula relación” con sus socios de gobierno porque está “centrada en trabajar”. Lo dijo en una entrevista con el diario extremeño Hoy.
Cabe recordar que Guardiola, allá por el 20 de junio y cuando el PP creía que la Moncloa iba a ser suya, despreció a Vox con duras palabras. Dijo, literalmente, que no podía dejar entrar en su gobierno a “aquellos que niegan la violencia machista, deshumanizan a los inmigrantes y tiran a la papelera la bandera LGTBI”. Ahora no ha llegado a tanto, pero en Vox consideran que es para enfadarse.
Pepa Millán
Como si se tratara de un partido de fútbol, la portavoz de Vox en el Congreso Pepa Millán le saca tarjeta amarilla. ¿Qué le dice? Pues que “tendrá que rectificar; porque, si no, tendrá un Gobierno débil o puede que directamente no tenga”. En Vox, parecen poco dispuestos a admitir más desplantes. Sin una relación fluida con Camino Limia, abogada, ganadera y consejera de Gestión Forestal por Vox en el Gobierno de Extremadura, María Guardiola lo tendrá imposible.
De momento, la consejera se salva
En la entrevista con Hoy, Camino ni fue citada. Al preguntársele a María Guardiola por si había cambiado de opinión acerca de Vox, se limitó a nadar y guardar la ropa. Según dice, su gobierno está formado por “personas que trabajan para mejorar la vida de personas”.
Con todo, no hubo suficiente y, quién sabe si el subconsciente u otra cosa, acabó traicionándole. Ya lo decía Manuel Fraga: hacer política es tragarse un sapo cada mañana. Y los sapos (o al menos quienes María Guardiola parece creer que lo son) tienen algo indudable: son verdes pero, eso sí, no es que la hayan hecho princesa. Es que la han hecho presidenta.
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