Vox pide la prohibición de los burkinis en las piscinas municipales
El grupo municipal de Santa Coloma alegó motivos de higiene y alertó de conflictos en las piscinas
¿Recuerdan la polémica de los burkinis? El verano pasado, el gobierno feminista de ERC aprobó una normativa para permitir que la gente vaya a las piscinas públicas con el traje de baño que quiera, incluido el burkini. Este bañador que cubre todo el cuerpo es considerado por muchos como una forma de opresión contra las mujeres propia de la comunidad islámica.
Pues bien, el grupo municipal de Vox en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) ha pedido “ser más restrictivos” a la hora de permitir el burkini en las piscinas.
En el pleno municipal, el concejal Aitor Navarro dijo que “igual que yo no puede entrar con un tejano y una camiseta, no veo coherente que se permita la entrada con un burkini”. Subrayó que se trata de una cuestión de “higiene”, puesto que es “antihigiénico” que alguien se meta en una piscina con un burkini. Además, recordó que el reglamento de piscinas indica que “no se puede entrar con ropa de baño holgada”.
Según el grupo municipal de Vox, “coincidiendo con la llegada del verano y el calor, con las piscinas municipales abiertas, cada vez es más frecuente ver mujeres con burkinis”.
Alertan de que “el aumento de mujeres con burkinis en las piscinas de Can Zam, Torribera y el Raval han provocado algún conflicto entre vecinos y personas que consideran que este tema se debería regular”. Explican también que el gobierno municipal liderado por la alcaldesa socialista Núria Parlón se negó a contestar la petición de Vox.
La polémica en torno al burkini
Los defensores de la libertad de llevar el burkini recuerdan que este bañador fue inventado para que muchas mujeres que antes lo tenían prohibido pudieran bañarse en lugares públicos. Es decir, convierten una pieza de ropa misógina, extensión del burka, en un elemento liberador de la mujer en el islam.
El gobierno de ERC en Cataluña, en su afán por extender libertades y combatir la discriminación, no solo aprobó el uso del burkini en las piscinas públicas sino que también lo equiparó con el top less.
Como es lógico, esto ha generado una reacción de muchos catalanes y catalanas que no están dispuestos a aceptar este retroceso en los derechos de las mujeres. Recuerdan que Cataluña fue pionera en la liberación sexual hace décadas, y lamentan que ahora sea pionera en la instalación en occidente de formas de sumisión de la mujer. Esto ya ha generado algunos incidentes, con bañistas que increpan a las mujeres que llevan esta prensa de ropa.
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