VÍDEO: Vecinos de Salt relatan la dura realidad de su municipio

En un reciente reportaje, el medio EDATV se ha trasladado a Salt para entrevistar a sus vecinos sobre la creciente inseguridad y la inmigración que sufre la localidad. A través de cinco entrevistas, se ha podido recopilar una visión amplia y matizada sobre una problemática que no deja a nadie indiferente.

Uno de los entrevistados es un inmigrante que, aunque prefirió no decir mucho, resumió la situación con una frase que no decía mucho de Salt: “Hay gente buena y gente mala”. Esta simple declaración encapsula la complejidad de la convivencia en un lugar donde la diversidad y la inseguridad se entrelazan de manera intrincada.

Una vecina que lleva dos años viviendo en Salt, proveniente de Tordera, compartió su preocupación por el impacto de la inmigración en la seguridad. Según ella, la situación ha cambiado drásticamente en los últimos 20 años. “En las escuelas, mi hija es la única catalana, los demás son de fuera. No hablan catalán y algunos ni castellano, no obedecen, insultan y faltan el respeto”, afirmó.

Esta vecina destacó que siempre debe estar vigilante, citando casos de robos en bares y mujeres que esperan a los ancianos en los cajeros automáticos. “En el Barri Vell hay calles a las que no se puede ir”, añadió, subrayando la sensación de inseguridad que se vive en ciertas zonas.

Otro vecino mayor, criado en Salt, corroboró estos testimonios. “Ahora Salt está muy peligroso, yo lo he visto en los últimos 20 años”, comentó. Sin embargo, también matizó que los inmigrantes que conoce trabajan, indicando que el problema no solo radica en la inmigración en sí. 

Él apunta a cómo algunos elementos han convertido a Salt en un “nido de drogas”. “Ahora los núcleos de comerciantes de droga se han afincado todos en Salt”, aseguró, señalando una de las principales causas de la inseguridad.

Un tercer vecino, que lleva 40 años residiendo en Salt, se mostró preocupado por el cambio que ha visto en la comunidad. “No es por ser racista, pero uno va por la calle y ve lo que ve. Ver a alguien de aquí cuesta mucho, todo el mundo es de fuera”, expresó.

Sus palabras reflejan el choque cultural y la dificultad de adaptación que sienten muchos de los residentes de largo tiempo ante el cambio demográfico.

El quinto entrevistado, también un inmigrante, describió a Salt como un lugar complicado, donde el estigma y la realidad se mezclan. “Salt es complicado, siempre hay el estigma, pero Salt es complicado, se puede ver en el ambiente”, señaló. 

Las estadísticas corroboran estas percepciones: entre el primer trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024, la delincuencia en Salt ha aumentado un 6%. Han subido especialmente los delitos contra la libertad sexual, los robos con fuerza en domicilios y los ciberdelitos. Este aumento de la criminalidad añade una capa más de tensión a una comunidad ya preocupada por la inseguridad.