Situación límite en el Raval: lo ocurrido esta semana enciende todas las alarmas

El barrio del Raval fue durante los años ochenta el principal polo de atracción de la heroína cuando esta hacía estragos en Barcelona. Los Juegos Olímpicos del 92 dieron la vuelta al barrio como un calcetín, pero tras un corto período volvieron los problemas. En los últimos años se ha convertido en el reflejo de la imparable degradación de Barcelona y Cataluña, retrocediendo nuevamente a los años ochenta.

La droga vuelve a ser la gran protagonista en este barrio donde la delincuencia y el incivismo se han disparado de forma alarmante. Esta semana en apenas cuatro días han tenido lugar dos apuñalamiento en el barrio del Raval. 

El Raval, un lugar dantesco

En el primer caso, una chica resultó herida de arma blanca al ser atracada de madrugada en la calle Sant Antoni Abat. La joven sufrió graves heridas y perdió mucha sangre. Cuatro días después, una pelea entre dos hombres en la calle Sant Pau acabó con uno de ellos herido de gravedad con arma blanca. La policía detuvo como presunto autor de los hechos a un magrebí de 24 años. Este segundo suceso hizo saltar todas las alarmas.

Calles como las de Sant Antoni Abat, Sant Pau y Arc de Sant Martí se han convertido en las más peligrosas y degradadas de Barcelona y Cataluña. Los narcopisos hacen proliferar los drogadictos, muchos de los cuales se acaban pinchando en la calle, u orinando, gritando y peleándose a plena luz del día. Los vecinos están hartos de denunciar esta situación, pero se han resignado a clamar en el desierto.

Esto ha hecho que se disparen también los robos con violencia e intimidación. Los ladrones suelen ser extranjeros multirreincidentes o drogadictos que luego venden los productos sustraídos, como móviles y bicicletas, en mercados ilegales del Raval a cambio de droga.

Hoy en día, pasear por las calles del Raval, especialmente a ciertas horas del día, es exponerse a ser víctima de un atraco o de algo peor. También es frecuente encontrar jeriguillas en lugares donde pasea la gente, e incluso en los aledaños de los colegios.

Quién protege a los vecinos

El barrio está tomado por los delincuentes y hace años que las autoridades parecen haber arrojado la toalla abandonando a su suerte a los pocos vecinos de toda la vida que quedan. Según las estadísticas, más de la mitad de la población del Raval es extranjera. Según datos de la Guardia Urbana, el 80% de los delitos que se cometen en Barcelona están protagonizados por menas (menores extranjeros no acompañados).

Los expertos advierten de que algunas zonas del Raval se han convertido ya en zonas no-go, es decir, guetos tomados por la delincuencia donde la policía ni siquiera se atreve a entrar. Ante esto, los vecinos se encuentran indefensos y muchos de ellos acaban optando por marcharse.

Curiosamente, el distrito de Ciutat Vella, donde se encuentra el Raval, es uno de los principales bastiones de la izquierda radical en Barcelona. Las entidades sociales y las organizaciones de la vivienda canalizan la presencia de la izquierda en este barrio. En una manifestación reciente, la dirigente de la CUP lanzó proclamas desde el corazón del Raval contra la policía y en favor de "la autodefensa de las personas racializadas".

La izquierda, responsable

Algunos vecinos del Raval no se resignan y denuncian periódicamente la situación de degradación e inseguridad a través de las redes sociales. Estos mensajes suelen tener un denominador en común. Culpan de la situación límite a los gobiernos de izquierda que han gobernado la ciudad durante años y décadas.

En especial los Comunes de Ada Colau, que estuvieron en el gobierno de 2015 a 2023, justo el período en el que el Raval ha experimentado el mayor proceso de degradación. 

Jaume Collboni llegó a la alcaldía en junio de 2023 con la promesa de acabar con la delincuencia y limpiar las calles y los parques. De momento, en distritos como Ciutat Vella y el Eixample la delincuencia sigue disparada y los vecinos esperando que alguien cambie la situación.