El vídeo que arrasa: lo que paga un marroquí de alquiler y lo que recibe en ayudas

El año pasado llegaron a España 56.852 inmigrantes ilegales según el Ministerio de Interior, un 82% más que el año anterior. La crisis migratoria que vive el país ha abierto el debate social sobre el impacto de esta inmigración en el país y la necesidad de mayores controles migratorios. Algo que preocupa a los españoles es la contribución real en la economía de los recién llegados y el reparto de las ayudas sociales en época de vacas flacas.

El empresario Sergio Lucena está arrasando en las redes sociales con un vídeo en el que expone un caso real y que tiene que ver con la inmigración y las ayudas. Este empresario se dedica entre otras cosas a prestar servicios de asistencia jurídica. Según explica, “esta semana vino al despacho un marroquí que nos pidió si le podíamos blindar las ayudas que está cobrando”, y a continuación expone su situación.

Al parecer, este hombre tiene tres hijos, paga 200 euros de alquiler y cobra 1.700 en ayudas sociales. “Y mientras tú hartito de trabajar y que te revienten a impuestos”, afirma Sergio a continuación, y advierte que “somos un coladero de gente vaga que viene a no hacer nada”. De esta forma rompe el tabú del tema de la inmigración y las ayudas, que cuando se plantea es tachado inmediatamente por la izquierda como “extrema derecha”.

Inmigración, seguridad y economía

El vídeo ha generado todo tipo de reacciones, como una ciudadana que dice que “lo peor es que todo esto es real” y que “acabaremos como Francia o peor”. En España cada vez más se extiende la sensación de que una parte importante de la inmigración vive de las ayudas o de la delincuencia. Pese a ello, el Gobierno de Pedro Sánchez promovió hace poco la legalización de 500.000 inmigrantes por la vía rápida.

La izquierda defiende que la inmigración es necesaria para el progreso del país, entre otras cosas para la fiscalidad en asuntos como las pensiones. La derecha presenta datos oficiales sobre la delincuencia, como que la mayoría de los delitos en Barcelona son cometidos por menas multirreincidentes. Esto abre un debate sobre la necesidad de la inmigración para el progreso de la economía o los perjuicios asociados al repunte de la entrada de ilegales.