Imagen de los representates del Ayuntamiento de Barcelona, con su alcaldesa Ada Colau a la cabeza, haciendo una ofrenda floral en el homenaje a las víctimas del atentado islamista en las Ramblas de Barcelona
POLÍTICA

Las víctimas del 17-A, abandonadas por políticos y medios

Denuncian el olvido de la administración y el foco de muchos medios en la comunidad musulmana, obviando su drama

Esta semana se han cumplido seis años de los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils. La masacre, que tuvo lugar el 17 de agosto de 2017 (17-A), se cobró dieciséis víctimas mortales y centenares de heridos. Pero más allá de los hechos, desgraciadamente conocidos por todos, se encuentra el drama que viven todas las víctimas tantos años después.

Víctimas del 17-A, sin reconocimiento por pedirlo fuera de plazo

El sumario del caso, cuya sentencia no es todavía firme, reconoce 345 víctimas del atentado. Pero más allá de estos nombres, incluye 123 más que podrían obtener este reconocimiento si lo reclaman. Son decenas de personas que viven día tras día con el sufrimiento de ser víctimas del atentado, pero que no cuentan con un reconocimiento oficial.

Imagen de la guardia urbana de Barcelona cortando la Rambla de Barcelona, horas después de los atentados en la Rambla de Barcelona el agosto de 2017

Lo más perverso es que muchas de estas personas pidieron en su momento el reconocimiento como víctimas, pero les fue denegado. La razón es tan cruel como burocrática: simplemente había transcurrido un año desde el 17-A y el plazo legal había expirado. Respuesta fríamente burocrática desde la administración que no hace sino incrementar el sufrimiento de las víctimas de aquella trágica jornada.

La solución, ahora, pasa por esperar a noviembre, cuando el Tribunal Supremo podría cerrar el proceso judicial. Tras ese momento, si aparecen en la lista de 123 nombres de la sentencia, podrían reclamar su reconocimiento oficial como víctimas. Pero en el mejor de los casos, habrán pasado casi siete años de calvario tras vivir los atentados de Barcelona y Cambrils.

Abandonados por la clase política

La situación en la que se encuentran muchas de las víctimas de los atentados del 17-A es de completo abandono institucional. Todos recordamos las imágenes de unidad política que siguieron a los ataques yihadistas. El rey Felipe VI, el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; y Carles Puigdemont y Ada Colau, en ese momento presidente de la Generalitat y alcaldesa de Barcelona, respectivamente, se manifestaron juntos contra el terrorismo. 

Fotografia de Carles Puigdemont, los Reyes de España, Soraya Saez de Santamaría y Enric Millo, guardando un minuto de silencio delante de las ofrendas florales por las víctimas del atentado terrorista de Barcelona y Cambrils

La imagen, pese a que ha ido perdiendo protagonismo con el paso del tiempo, se ha repetido año tras año. También el pasado jueves, cuando algunos de los rostros políticos más destacados de nuestro país se congregaron en la Rambla de Barcelona. El 'president' Pere Aragonès; el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni; o la presidenta del Parlament, Anna Erra, fueron algunos de los presentes.

Es la imagen del apoyo impostado de la clase política a las víctimas. Una fotografía irreal, ficticia, que no se corresponde con la realidad. Si la administración quiere escenificar que están ahí, lo cierto es que, para las víctimas, la situación es la contraria: se sienten abandonados.

Pese a haberse disuelto recientemente, los líderes de la Unidad de Atención y Valoración de Afectados por el Terrorismo (UAVAT) han denunciado esta semana ante los medios la situación que viven. Hablan sin tapujos de falta de voluntad política para atender correctamente a las víctimas, así como de desatención a aquellas que no sufrieron secuelas físicas.

Imagen de una ambulancia del SEM en la rambla de Barcelona con 2 personas tumbadas justo después del atropello mortal provocado por terroristas islámicos

Los medios de comunicación, con el foco en el entorno de los terroristas

Además del abandono por parte de la clase política, debemos prestar atención al tratamiento de buena parte de los medios de comunicación sobre el 17-A. A menudo, los medios han puesto más el foco en relatar el testimonio de los círculos más próximos a los terroristas que a las propias víctimas. A lo largo de los últimos años, se han sucedido las informaciones y reportajes centrados en Ripoll y su comunidad musulmana, algo que ha desplazado también a las víctimas del atentado de la escena mediática.

Esta misma semana, coincidiendo con el sexto aniversario del 17-A, algunos medios catalanes publicaban reportajes en esta línea. Es el caso de 'Ara', que ofrecía una entrevista reportada con una familiar de los terroristas; o de 'El Periódico', que dedicaba una pieza periodística a "los hijos de la inmigración de Ripoll".

La tendencia no es nueva y, de hecho, reitera la tónica mediática que han seguido muchos medios desde los atentados de Barcelona y Cambrils. La alcaldesa de Ripoll, Silvia Orriols, replicaba este jueves uno de estos reportajes, reprochando el interés periodístico en las familias de los terroristas y no en las víctimas:

Seis años después de los atentados, las víctimas se sienten desplazadas. El abandono político y el desamparo mediático son factores que han contribuido a su sufrimiento en estos últimos años. Una tendencia que, tal y como se ha comprobado esta misma semana, parece estar condenada a la reiteración: el calvario continúa.

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