Verificat, el 'fact-checking independiente' que recibe más de 300.000€ del Govern
Las agencias de verificación se han convertido en un instrumento de control de la información por parte de los gobiernos
La multiplicación de canales de información que escapan al control oficial ha traído consigo términos como fake news, bulos y desinformación. Esto motivó la aparición de plataformas supuestamente independientes cuya función es separar la información tóxica de la veraz. El problema viene cuando estas agencias de verificación reciben dinero de los gobiernos.
Esto plantea la duda de si las agencias de verificación son realmente independientes o bien obedecen a intereses particulares. Muchos se preguntan si el fact-cheking es el instrumento de los gobiernos para recuperar el monopolio de la verdad oficial. En Cataluña, el debate ha estallado al trascender que la agencia Verificat recibió una suculenta subvención.
Verificat, la principal agencia de fact-checking en Cataluña, se presenta como “una plataforma sin ánimo de lucro” cuyo objetivo es “luchar contra la desinformación y la manipulación en internet”. Añaden que su vocación es periodística y educativa, “porque creemos que una sociedad mejor informada es más crítica, más sana y más democrática”. Pero en los últimos días, está en el foco de la sospecha.
¿Agencias de verificación al servicio del poder?
Las redes sociales han publicado el saldo de ingresos y gastos de la Asociación Verificat, donde consta una partida de 322.500 euros en concepto de subvenciones. Esto ha disparado las críticas. Por un lado al Govern, por gastar dinero público “en cosas inútiles”, y por otro a la propia agencia, cuya independencia queda en entredicho.
Los usuarios en las redes sociales denuncian los vínculos de los responsables del site con el entramado clientelar en torno a ERC. Alguno de ellos, sin ir más lejos, pertenece a la Fundació Bofill, responsable de las políticas educativas impulsadas por el Govern. Otros mantienen relación más o menos directa con Esquerra y sus satélites.
Las agencias de verificación tienen sentido cuando son independientes, no cuando se convierten en instrumentos del poder para controlar la información. Este es el motivo por el cual estas agencias han acabado perdiendo toda credibilidad. Otras agencias de verificación, como Newtral en España, reciben dinero de las administraciones públicas y financiación de poderosos organismos internacionales.
El negocio del fact-cheking
Newtral, el imperio de la verificación de datos que dirige Ana Pastor, recibe más de 300.000 euros en subvenciones del Gobierno. Además, la empresa pertenece a la red internacional Fact-checking Network, conectada con importantes centros de poder. Sus principales apoyos financieros son Bill Gates, Google, Facebook y la Open Society Foundation de George Soros.
Otro caso es el de Maldita.es, una empresa que raramente verifica las fuentes oficiales pero que también recibe subvenciones del Gobierno. Newtral y Maldita.es, pero también Verificat, apoyan la idea de que es peligroso buscar información más allá de los canales oficiales. Algo llamativo teniendo en cuenta que la función del periodismo siempre fue cuestiones la información oficial de los poderes fácticos.
Hay algo aún más perverso que el fact-checking, y es la superioridad moral de quien se arroga el papel de árbitro de la verdad y la mentira. Basta con echar un vistazo a estas páginas y a sus perfiles sociales para ver que son de todos menos independientes. En el caso de Verificat, ahora también ha quedado al descubierto.
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